Capítulo Cuatro
Su poder legal
de representación
Toda persona en
el mundo desea un nombre bueno y respetado. La gente desea que se piense bien
de ella, y con razón. Yo deseo tener un buen nombre, y deseo que la gente
piense bien de mí.
Pero los nombres
de muchas personas hoy día no se respetan. Un hombre le dice a usted: "le
pagaré en tal y tal día". Cuando ese día llega, él no paga. Alguien
promete: "Te encontraré a tal y tal hora". Cuando esa hora llega, no
está allí y le deja esperando. Los nombres de tales personas no se respetan
porque ni sus promesas ni sus palabras son verdaderas.
En contraste con
la palabra del hombre, la palabra de Cristo siempre es verdadera. Más aun, yo
sé que Cristo está en mí y que yo estoy en él.* No importa lo que la gente
diga, mi nombre está escrito en el Libro de la Vida. Pero, para ser capaces de
ayudarnos a nosotros mismos y de ayudar a otros, tenemos que saber más que
esto: tenemos que saber qué poder tenemos ahora mismo, antes del retorno de
Cristo.
*Colosenses 1:27
a quienes Dios quiso dar a conocer las riquezas de la gloria de este misterio
entre los gentiles; que es Cristo en vosotros, la esperanza de gloria.
Uno de los
poderes que tenemos ahora como hijos de Dios se llama "el poder legal de
representación". ¿Qué es el poder legal de representación? El poder legal
de representación es el derecho legal de usar
el nombre de la persona que le
ha entregado el poder. Lo único que limita este
poder es los recursos que hay detrás de ese nombre. Si se le ha dado a la
Iglesia el poder legal de representación, ella tiene únicamente tanto poder como
lo hay en el nombre de Jesucristo. Si el nombre de Jesucristo tiene poder, y
ese nombre le ha sido dado a usted, entonces usted tiene el poder legal de
representación para ejercer en ese nombre cualquier recurso que Cristo haya
hecho disponible.
El propósito que
Dios tuvo en mente al darnos su nombre está declarado en Efesios.
Efesios 1:18-23
alumbrando los
ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza a que él os
ha llamado, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos,
y cuál la
supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, según la
operación del poder de su fuerza,
la cuál operó en
Cristo, resucitándole de los muertos y sentándole a su diestra en los lugares
celestiales,
sobre todo
principado y autoridad y poder y señorío, y sobre todo nombre que se nombra, no
sólo en este siglo, sino también en el venidero;
y sometió todas
las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la
iglesia,
la cual es su
cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo.
Todos los
individuos en la Iglesia verdadera (el cuerpo de creyentes) pueden reclamar el
poder en el nombre de Jesucristo. Pero antes de estudiar el poder que se nos ha
dado, quiero mostrarles tres razones para el poder que hay en su nombre.
Primeramente, Jesús heredó un nombre más excelente que cualquier otro
porque es el unigénito del Padre. Esto le dio a él los derechos legales de un
hijo primogénito. El es más grande que cualquiera de los ángeles o cualquier
otro ser humano individual que haya vivido o que vivirá. Junto a Jesucristo, en
la presencia de Dios, se encuentran los creyentes. ¿Sabía usted eso?
Romanos 8:17 Y
si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo...
Jesús dijo:
“Salí del Padre” y en otra ocasión dijo: “Yo y el Padre uno somos”, y también:
“El que me ha visto a mí, ha visto al Padre”. ¿Recuerda? Jesús heredó un nombre
maravilloso.
En segundo
lugar, Dios le dio a Jesús un nombre que es sobre todo nombre.
Filipenses
2:9,10:
Por lo cual Dios
también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre,
para que en el
nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la
tierra, y debajo de la tierra.
En tercer lugar,
Jesús adquirió para sí mismo un nombre por sobre todo nombre.
Efesios 4:8:
Por lo cual
dice: Subiendo a lo alto, llevó cautiva la cautividad...
Colosenses 2:15:
y despojando a
los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre
ellos en la cruz.
Jesús logró
estas cosas. El adquirió este nombre por su conquista del Diablo, del infierno,
de la enfermedad y de la dolencia. El adquirió un nombre exaltado debido a sus
logros.
El poder
que Jesús adquirió es el derecho legal
de todo creyente renacido.
Pero para que un
creyente manifieste el poder de Cristo en su vida, debe renovar su mente de
acuerdo a la Palabra de Dios.
Romanos 12:2
No os conforméis
a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro
entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios,
agradable y perfecta.
Debemos hacer
que nuestras mentes piensen como lo dicta la Palabra de Dios para que entonces
podamos comprobar la voluntad de Dios.
Para poder
entender nuestro poder en el nombre de Jesucristo, le llevaré directamente a la
Palabra de Dios.
Mateo 1:21
Y dará a luz un
hijo, y llamarás su nombre JESUS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados.
La profecía dice
que el nombre de este niño será Jesús. Jesús quiere decir
"Salvador".
Mateo 1:23:
He aquí, una
virgen concebirá y dará a luz un hijo, Y llamarás su nombre Emanuel, que
traducido es: Dios con nosotros.
Su nombre quiere
decir "El es nuestro salvador", y Dios está con nosotros por medio de
él, de la misma forma como usted puede estar conmigo por medio de sus hijos.
Hechos 4:12:
Y en ningún otro
hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en
que podamos ser salvos.
No hay otro
nombre excepto el de Jesucristo en que podamos ser salvos. No podemos ser
salvos con sólo pertenecer a una iglesia
o con ir a la iglesia en la Navidad y en la Pascua de Resurrección. Tenemos que
ser salvos confesando al Señor Jesucristo y creyendo que Dios le levantó de los
muertos.*
* Romanos
10:9,10: que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu
corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. 10 Porque con el
corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.
Hechos 2:38:
Pedro les dijo:
Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para
perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.
Juan 14:13,14:
Y todo lo que
pidiereis al Padre en mi nombre [Ahí está ese maravilloso nombre otra vez.], lo
haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.
Si algo
pidiereis en mi nombre, yo lo haré.
La bendición de
usar el nombre de Jesucristo nos pertenece porque pertenecemos al Cuerpo de
Cristo, la Iglesia. Pablo dijo: "Oro para que Dios abra su entendimiento
para que vean algunas de las riquezas de la herencia de los santos en el
precioso nombre--Jesús".*
En Hechos 3 otra
vez vemos el poderoso nombre de Jesucristo en el día en que Pedro y Juan fueron
al templo y hablaron al hombre que estaba pidiendo limosnas en la puerta. ¿Se
arrodillaron Pedro y Juan y le suplicaron a Dios durante una hora para sanar al
hombre? No. ¿Qué dice el relato?
Hechos 3:6,7:
Mas Pedro dijo:
No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy; en el nombre de Jesucristo de
Nazaret, levántate y anda.
Y tomándole por
la mano derecha le levantó; y al momento se le afirmaron los pies y los
tobillos.
En el nombre de
Jesucristo hay poder. Hechos 3 relata que el hombre a quien Pedro le habló se
levantó y anduvo cuando el discípulo le tomó por la mano.
* Efesios 1:18: “alumbrando los ojos de
vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza a que él os ha
llamado, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos”.
Hechos 3:16:
Y por la fe en
su nombre [el de Jesucristo]... ha dado a éste esta completa sanidad en
presencia de todos vosotros.
Pablo usó el
poderoso nombre de Jesucristo como se relata en Hechos 16, para liberar a otra
persona esclavizada.
Hechos 16:16-18:
Aconteció que
mientras íbamos a la oración, nos salió al encuentro una muchacha que tenía
espíritu de adivinación, la cual daba gran ganancia a sus amos, adivinando.
Esta, siguiendo
a Pablo y a nosotros, daba voces, diciendo: Estos hombres son siervos del Dios
Altísimo, quienes os anuncian el camino de salvación.
Y esto lo hacía
por muchos días; mas desagradando a Pablo, éste se volvió y dijo al espíritu:
Te mando en el nombre de Jesucristo, que salgas de ella. Y salió [el espíritu
diabólico] en aquella misma hora.
¡Qué poder que
tiene hoy en día la Iglesia en el nombre
de Jesucristo! Necesitamos reclamar ese poder. La Iglesia de hoy día apenas ha
usado el poder de su nombre; sin usarlo, la Iglesia nunca puede manifestar
poder. En el nombre de Jesucristo los enfermos son sanados. En el nombre de
Jesucristo la gente es librada de la esclavitud mental. Qué privilegio y qué poder
debería tener la Iglesia.
Filipenses 3:10:
a fin de
conocerle, y el poder de su resurrección...
Qué gozo es
pertenecer a la Iglesia. Cuando pertenecemos a la Iglesia, pertenecemos al
cuerpo más grande y más poderoso en el mundo; nada hay, en ninguna parte, como
la Iglesia. La Iglesia tiene un poder tan grande que ni siquiera las puertas
del Hades prevalecerán contra ella. Es por eso que el Diablo no puede hacerle
daño a la gente de la Iglesia cuando ellos conocen el nombre de Jesucristo y
usan ese nombre, creyendo en él. ¿Puede ver por qué nuestras oraciones tienen
que ser respondidas cuando creemos que Cristo está en nosotros? Podemos recibir
de Dios cualquier cosa que El haya prometido en Su Palabra si sólo lo sabemos y
lo creemos. Podemos dar gracias a Dios
por todo lo que ha sido revelado en la Palabra, y si nosotros lo creemos,
sucederá.
Colosenses 3:17:
Y todo lo que
hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús,
dando gracias a Dios Padre por medio de él.
Efesios 5:20:
dando siempre
gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo.
Hágalo todo en
el nombre del señor Jesús, dando siempre gracias.
Filipenses 4:19:
Mi Dios, pues,
suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.
En otras palabras, se garantiza suplir sus necesidades
por Cristo Jesús.
I Corintios
6:11:
Y esto erais
algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis
sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro
Dios.
Usted ha sido
lavado y santificado, y ha sido justificado en su nombre; pero tiene que
recibirlo antes de manifestarlo. ¿No es maravilloso? Tenemos todo poder en ese
nombre. Tenemos el poder legal de representación para que cuando usemos el
nombre de Jesucristo, sucedan cosas poderosas.
Hebreos 13:15:
Así que,
ofrezcamos siempre a Dios, por medio de él, sacrificio de alabanza, es decir,
fruto de labios que confiesan su nombre.
Santiago
5:14,15:
¿Está alguno enfermo
entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia, y oren por él, ungiéndole
con aceite el nombre del Señor.
Y la oración de
fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará; y si hubiera cometido pecados,
le serán perdonados.
¿Tienen poder
los ancianos en la Iglesia? ¡Los ancianos tienen poder para mover las puertas
mismas del infierno! La Palabra lo dice.
I Juan 3:23:
Y este es su
mandamiento: Que creamos en el nombre de su Hijo Jesucristo, y nos amemos unos
a otros como nos lo ha mandado.
Debemos amarnos
unos a otros a causa del nombre de Jesucristo.
La Iglesia tiene
el poder legal de representación, el derecho de usar el nombre de Jesucristo.
Yo le he mostrado los pasajes de la Escritura que enseñan sobre el nombre de
Jesucristo, que muestran el poder que hay detrás de ese nombre.
Pregúntese
honestamente: “¿tengo el poder legal de representación?” Usted sí tiene el
derecho, la autoridad dada por Dios, de usar el nombre de Jesucristo y ver los
resultados. Aun así, por años y años la gente dentro de la comunión de los
creyentes no ha visto sino pocos resultados positivos. ¿Por qué? Sólo decir el nombre
de Jesucristo no es todo lo que se necesita; usted tiene que creer
que lo que está diciendo sucederá. Todo poder es activado por la creencia y de usted
depende el operar la creencia. La creencia es acción. Usted tiene que saber lo
que la Palabra de Dios dice, y luego actuar según esa Palabra. A medida que
usted escuche Su Palabra y actúe según ella, Dios responderá a sus pedidos.
Ahora que sabe
que tiene el poder como representante legal, ¡úselo! ¿De qué le sirve a usted
tener dinero en el banco si no sabe que lo tiene? Es la misma situación que
cuando tenemos todo el poder en el nombre de Jesucristo y no nos damos cuenta
de ello. Tenemos a Cristo en nosotros, así que tenemos el poder legal de
representación. En el nombre de Jesucristo active ese poder y viva la vida más
abundante.
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