Capítulo Tres
Cómo ser un
cristiano
EL ALUMNO QUE
BUSCA: Durante años he tratado de ser un cristiano. He tratado y he fracasado
tantas veces que no voy a tratar de nuevo porque ya no me queda fe para tratar.
EL MAESTRO: ¿Qué
es lo que trató usted y en qué ha perdido la fe?
EL QUE BUSCA:
Supongo que traté de darle lugar a Dios en mi vida, pero he sido derrotado así
que he perdido la fe en mí mismo. Vea usted, yo realmente quería ser un
cristiano, tener la presencia, la guía y la ayuda de Dios en la vida. Tomé
clases especiales, me uní a la iglesia, me esforcé en ser un cristiano; pero en
mi corazón sabía que no había ningún cambio. Fui al altar una y otra vez y sin
embargo no recibí nada. Le he implorado tanto a Dios y le he buscado tantas
veces que me siento un fracaso total.
EL MAESTRO: ¿Se
ha puesto usted a pensar alguna vez que la salvación es un don, que no es
necesario que usted vaya a ningún lugar en particular para obtenerla? Usted podría hallar a Dios en cualquier
parte, tanto como podría no dar con El en ninguna parte. ¿Se da cuenta de que recibir la salvación no
depende de lo que usted haga sino de lo que Cristo Jesús hizo por usted? ¿Se da
cuenta de que ser un hijo de Dios, recibir vida eterna, ser salvo, convertido,
renacido, es recibir algo en vez de dar algo?
Usted se hace
cristiano por medio de recibir un don que le viene directamente desde el
corazón mismo de Dios. Usted, al igual que tantos otros, pensaba que recibir a
Cristo dependía de lo que usted abandonara, de las cosas a las cuales
renunciara, de cuántos pecados confesara. No es cierto.
Usted se hace
cristiano creyendo que Dios levantó a Jesús de los muertos confesándole como
señor en su vida.
EL QUE BUSCA:
Dudo que sea tan sencillo como eso. Yo pensé y oí y se me enseñó que tengo que hacer
ciertas cosas y renunciar a otras.
EL MAESTRO: Si
eso fuera cierto, entonces usted estaría ganándose la salvación; estaría haciendo
obras por ella. No hay nada en la Biblia que indique tal proceso. Mire en
Isaías 53:6: "Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se
apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros".
Dios está
describiéndole a usted así como al resto de nosotros. Usted se ha apartado por
su camino. Es por eso que anda perdido. Pero Dios cargó en Jesús el pecado de
todos nosotros. Usted no puede salvarse a sí mismo por sus buenas obras y
esfuerzos. Dios simplemente cargó en Jesús los pecados suyos. Hasta ahora no se
ha exigido nada de su parte, ¿verdad?
Fíjese en Juan
3:16 “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito,
para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”.
Este es el
Padre, Dios, dando a Su Hijo como sustituto por usted y pidiéndole simplemente
que crea que Dios hizo esto por usted y que reclame a Jesús como su salvador.
El no le pide a usted otra cosa sino que crea, y creer es actuar según
lo que la Palabra dice que El hizo por usted.
No, usted no ha
pecado tanto que Jesús no pueda salvarle. Fíjese en Su Palabra en Hebreos 7:25
: “por lo cual puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a
Dios, viviendo siempre para interceder por ellos”.
Jesús salva
perpetuamente, y como se puede dar cuenta usted, aún no se exige obra alguna de
su parte excepto creer para recibir lo que El ha hecho.
Romanos 10:9 y
10 dice: “que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu
corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón
se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación".
Miremos
cuidadosamente estos versículos. Si usted confiesa con su boca que Jesús es su
señor, usted está actuando según su creencia. Aún no ha hecho obra alguna para
su salvación, ¿no es cierto? Esto no es difícil hacerlo, ¿verdad? Su propio
camino hasta ahora no ha sido un camino feliz, un camino de gozo y paz, ni ha
sido un camino exitoso. Ha sido un camino de privaciones y derrota. Romanos 5:1
dice: "Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio
de nuestro Señor Jesucristo". Somos justificados en él y tenemos paz para
con Dios.
Ahora Dios dice
que todo esto es suyo y que El quiere que usted cambie de ser el señor de su
propia vida: que ceda y que confiese con su boca que Jesús es su señor.
EL QUE BUSCA: Me
es fácil hacer eso. Yo sé que Dios envió a Jesús al mundo y que él fue
levantado de los muertos. Es fácil confesar que Jesús es el señor.
EL MAESTRO: Si
ha confesado que Jesús es el señor, ¿qué dice la Palabra que usted es?
EL QUE BUSCA:
Que soy salvo.
EL MAESTRO:
¿Cree usted que Dios levantó a Jesús de los muertos y ha confesado que Jesús es
el señor?
EL QUE BUSCA: Yo
sí creo, y he confesado. Pero nunca pensé que la salvación fuera tan fácil de
recibir. ¿Soy ahora un hijo de Dios?
EL MAESTRO: I
Juan 3:2: “Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que
hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste... le veremos tal como
él es”.
¿Cómo sabe usted
que es renacido y que es un hijo de Dios?
EL QUE BUSCA:
Porque la Palabra dice que lo soy. Yo creo que Dios levantó a Jesús de los
muertos y le confesé como mi señor, así que la Palabra declara que soy un hijo
de Dios.
Pero, ¿qué me
dice de tener vida eterna?
EL MAESTRO: I
Juan 5:13 “Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del
Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna, y para que creáis en el
nombre del Hijo de Dios”.
¿Cree usted en
el nombre de Jesús?
EL QUE BUSCA:
Sin duda que sí.
EL MAESTRO:
Entonces, ¿qué tiene usted?
EL QUE BUSCA: Yo
tengo vida eterna. Ahora sé que de acuerdo a la Palabra no tengo que esperar
hasta que muera para averiguar si tengo o no vida eterna. Yo tengo vida eterna
ahora.
Pero, ¿qué me
dice de esta justificación de Dios que me hace posible estar en Su presencia
sin ningún sentido de pecado o culpa o derrota? ¿Tengo eso también?
EL MAESTRO:
Fíjese en 2 Corintios 5:21: “Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo
pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él”.
Dios hizo pecado
a Jesús para que usted pudiera llegar a ser la justicia de Dios en él. Si él se
hizo pecado por usted, y si usted lo acepta como su salvador (su sustituto),
usted es hecho justicia de Dios en él ahora.
EL QUE BUSCA:
¿Han sido dados todos los dones de Dios tan gratuitamente?
EL MAESTRO:
Efesios 2:8-10 dice: “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto
no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.
Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las
cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas".
EL QUE BUSCA:
Nunca soñé que recibir a Cristo pudiera ser así de fácil. Ahora sé que soy una
nueva criatura en Cristo, que tengo vida eterna ahora, y que soy justo ante
Dios, y que Satanás ya no tiene más poder sobre mí si no le doy lugar.
¡Cómo le doy
gracias a Dios por medio de Jesús, mi nuevo salvador y maravilloso señor!
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