Capitulo trece
La
Servidumbre del día de reposo
Es locura para un cristiano tratar de vivir bajo la ley o leyes que ya
no existen. Esta situación es como
detenerse en una esquina después de que la señal de parada ha sido quitada.
Usted puede detenerse, pero no tiene que hacerlo. Esto es similar a los
cristianos que se adhieren a la observancia del día de reposo. La tradición no
debe cegarnos y mantenernos sin conocer los cambios que ocurren cuando la
Palabra de Dios progresa de una era a otra.
Las leyes del día de reposo
fueron dadas a Israel y, por lo tanto, se aplican a Israel. Ya
que estas leyes nunca fueron dadas a la iglesia, su interpretación no puede ser
para ella. Las leyes del día de reposo fueron aplicadas a y para
Israel y como tales no fueron nunca alteradas, cambiadas o transferidas a
cualquier otro período.
Las Escrituras claramente establecen que nosotros como hijos renacidos
de Dios no estamos bajo la ley, sino bajo la gracia.
Romanos 7:4
Así también vosotros, hermanos
míos,
habéis muerto a la ley mediante
[a causa de] el cuerpo de Cristo…
¿Cómo podría la ley acaso tener
poder sobre nosotros cuando la ley está muerta?
Que las personas traten de vivir bajo una ley que no les atañe no es
algo nuevo en la era cristiana. Pablo tenía tales personas en la Iglesia en
Galacia.
Gálatas 4:31
De manera, hermanos, que no somos hijos de la
esclava, sino de la libre.
Gálatas 5:1
Estad, pues, firmes en la
libertad con que Cristo nos hizo libres,
y no estéis otra vez sujetos al
yugo de esclavitud.
Gálatas 4:9-11
Mas ahora, conociendo a Dios, o
más bien, siendo conocidos por Dios,
¿cómo es que os volvéis de nuevo
a los débiles y pobres rudimentos,
[incluyendo la ley] a los cuales
os queréis volver a esclavizar?
Guardáis los días, los meses, los
tiempos y los años.
Me temo de vosotros, que haya
trabajado en vano con vosotros.
Romanos 14:5-6
Uno hace diferencia entre día y
día; otro juzga
iguales todos los días. Cada uno
esté plenamente convencido
en su propia mente.
El que hace caso del día, lo hace
para el Señor;
y el que no hace caso del día,
para el Señor no lo hace.
El que come, para el Señor come,
porque da gracias a Dios;
y el que no come, para el Señor
no come, y da gracias a Dios.
Colosenses 2:16
Por tanto, nadie os juzgue en
comida o en bebida,
o en cuanto a días de fiesta,
luna nueva o días de reposo.
La gran mayoría de los creyentes renacidos se reúnen el domingo para
adorar, celebrando el día en el cual Jesucristo fue visto por primera vez en su
cuerpo resucitado. Simplemente porque la
mayoría de nosotros observemos el domingo no quiere decir que lo guardemos bajo
la compulsión de la ley; nosotros lo guardamos porque estamos bajo la gracia y
deseamos hacerlo así. En nuestra era, durante la Administración de la Iglesia,
cada día es sagrado según la Palabra de Dios y no un día más sagrado que
cualquier otro día. Cada día debe ser vivido para el señor, aunque en nuestra
tradición la mayoría de los cristianos han separado el domingo como día
especial de reposo y adoración.
*
* * * *
Además del día de reposo, otros días de los cuales también se habla en
la Biblia necesitan clarificación, específicamente el “Día del hombre”, el “Día
de Cristo” y el “Día del Señor”.
El “Día del Hombre” concierne al presente, la Era de la Gracia. El hombre hoy juzga y pronuncia sentencia; él
dirige la política.
1 Corintios 4:3
Yo en muy poco tengo el ser
juzgado por vosotros,
o por tribunal humano; y ni aun
yo me juzgo a mí mismo.
En la Versión Reina-Valera la palabra “día” está traducida “tribunal” y
la palabra “humano” quiere decir “del hombre”. En esencia esta palabra
“tribunal” expresa la verdad de que en el día del hombre, el hombre juzga, pero
solamente por un período breve.
El “Día de Cristo” viene. En ese
día Cristo vendrá por su Iglesia; él reunirá a los muertos en Cristo y a
aquellos creyentes que todavía están vivos.
Filipenses 1:6,10
Estando persuadido de esto, que
el que comenzó
en vosotros la buena obra, la
perfeccionará hasta el día de Jesucristo;
para que aprobéis lo mejor, a fin
de que seáis sinceros
e irreprensibles para el día de
Cristo.
Filipenses 2:16
Asidos de la palabra de vida,
para que en el día de Cristo
yo pueda gloriarme de que no he
corrido en vano,
ni en vano he trabajado.
El “Día del Señor” no es un día de la semana como se ha creído
comúnmente. No es el domingo, sino que el Día del Señor es su día sobre la
tierra cuando el señor mismo gobernará en justicia y poder y gloria. Al Apóstol
Juan se le mostró este día en un futuro distante.
Apocalipsis 1:10
Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor,
y oí detrás de mí una gran voz
como de trompeta.
Como 1 Tesalonicenses nos informa, aquel Día no nos sorprenderá a
nosotros los creyentes renacidos como ladrón, porque no estamos en tinieblas
sino que somos hijos de luz.
1 Tesalonicenses 5:2-5
Porque vosotros sabéis
perfectamente que el día del Señor
vendrá así como ladrón en la
noche;
que cuando digan: Paz y
seguridad,
entonces vendrá sobre ellos
destrucción repentina,
como los dolores a la mujer
encinta, y no escaparán.
Mas vosotros, hermanos, no estáis
en tinieblas, para que
aquel día os sorprenda como
ladrón.
Porque todos vosotros sois hijos
de luz e hijos del día;
no somos de la noche ni de las
tinieblas.
Cuando nosotros dividimos correctamente la Palabra de Verdad, aclaramos
el ambiente y eliminamos la enseñanza errónea con respecto al día de reposo y
los otros días mencionados en la Biblia. Nosotros no somos creyentes atados a
un día de adoración legalístico.
Nosotros adoramos en espíritu y
en verdad. La tradición no osa cegarnos a la verdad de la luz de la Palabra de
Dios.
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