sábado, 26 de julio de 2014

LA BIBLIA ME LO DICE CAP. 18 V.P.Wierwille. Acerca del autor. libro completo en PDF.

Capitulo Dieciocho


Como él es

En este estudio de 1 Juan, notamos que tres palabras --“como él es”-- son usadas cinco veces en esta epístola. La significación de “como él es” con relación al potencial de un creyente expresa verdades maravillosas y conmueve nuestros corazones.
         
“Como él es” se encuentra a principios de 1 Juan 1.  El primer uso es singularmente significativo pues estas palabras se usan en su manera más completa y más inclusiva.

1 Juan 1:5-7
Este es el mensaje que hemos oído de él, [Dios],
y os anunciamos: Dios es luz, y no hay ningunas tinieblas en       él.

Si decimos que tenemos comunión con él,
y andamos en tinieblas, mentimos, y no practicamos la                 verdad;

pero si andamos en luz, como él está en [como El es] luz,*
tenemos comunión unos con otros, y la sangre
de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado [comunión          rota].
     
Estos versículos tratan el tema de la comunión. Para tener comunión con Dios, una persona tiene ante todo que ser un hijo. Un hijo tiene comunión en una familia sólo después de haber nacido. Después de haber renacido, nuestra comunión con Dios es indicada por nuestro andar como creyentes cristianos. Si andamos en luz como El es luz, hablamos las palabras que El habla; creemos lo que El quisiera que nosotros creyéramos; actuamos como El quisiera que actuáramos; declaramos lo que El declara: nosotros somos como El es.
   
Comparar el “como él es” del versículo 7 con el “él es” del versículo 9 nos enseña mucho al notar el contraste y la omisión de la palabra “como”.

1 Juan 1:8,9
Si decimos que no tenemos pecado, [comunión rota]
nos engañamos a nosotros mismos, y
la verdad no está en nosotros. [en nuestra mente renovada].

Si confesamos nuestros pecados, [comunión rota]
él es [El es] fiel y justo para perdonar nuestros pecados,
y limpiarnos de toda maldad.
        
Este versículo nos informa que Dios es fiel y justo. Los cristianos no siempre son fieles y justos, pero El es. Cuando somos fieles y justos, estamos en comunión.
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* La palabra “en” no aparece en los textos originales y el verbo griego no se debe traducir “estar”, sino “ser”; por lo tanto lee: “como El es luz”.
Dios es luz,  así que las tinieblas son separación de la comunión con Dios. Nunca es la voluntad de Dios que estemos separados en nuestra comunión con El. No Dios, sino el creyente rompe comunión por no lograr andar en la luz como Dios es luz. Esta falla de parte del creyente, al no lograr vivir en comunión, es pecado. Pero Dios en Su presciencia, sabiendo que el hombre no siempre andaría en luz, proveyó una forma de volver a la luz y a la comunión con El. “Si confesamos nuestros pecados, él es [El es] fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda [nuestra] maldad”. Entonces, una vez más estamos en luz, estamos otra vez en perfecta comunión.
     
Mientras que el versículo en 1 Juan 1:9 usa las palabras “él es”, el versículo en 1 Juan 2:6 usa “como él”.

1 Juan 2:6
El que dice que permanece en él, debe andar como él                   anduvo.
           
Si un creyente está permaneciendo en él, ese cristiano está andando como él (Cristo) anduvo. Ya que nadie excepto Jesús anduvo perfectamente, la Palabra de Dios nos alienta a esforzarnos por la perfección del andar de Jesucristo.
      
Dios el Padre es luz. Su hijo Jesucristo fue luz en este mundo pues él siempre hizo la voluntad del Padre.* Al hacer la voluntad de Dios, Jesús anduvo de acuerdo a la Palabra revelada. Y como Jesucristo está en nosotros los creyentes, cada uno de nosotros puede andar en la Palabra de Dios, y “debe andar como él [Cristo] anduvo”. Vea esta verdad  significativa: Dios es luz y Dios estaba en Jesucristo y Cristo está en nosotros.
      
¿Declaró Jesucristo que no hay Dios, que Dios está muerto, que no hay resurrección alguna, ni retorno, que orar es sólo sicológicamente bueno para el que está orando, que Dios no puede liberar, que la Biblia está llena de mitos, interpolaciones e inexactitudes?  Si Jesús hubiera dejado de vivir la Palabra de Dios por lo que la gente decía, él no hubiera sido nuestro salvador. Si él se hubiera dejado influir por lo que los vecinos decían o por lo que la comunidad y la sociedad pensaba, él nunca hubiera andado perfectamente en comunión con su Padre. Así que debemos andar “como él anduvo”.
    
El segundo uso de las tres palabras “como él es” se encuentra en 1 Juan 3:2. Comencemos leyendo en el versículo 1, notando específicamente el amor que el Padre ha derramado sobre nosotros con abundancia.

1 Juan 3:1-2
Mirad cuál amor nos ha dado el Padre,
para que seamos llamados hijos de Dios;
por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él.
Amados, ahora somos hijos de Dios, y [pero]
aún no se ha manifestado lo que hemos de ser [en el futuro];
pero sabemos que cuando él se manifieste,
seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es.
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*Juan 4:34: Jesús les dijo: Mi comida es que haga la voluntad del que me envió, y que acabe su obra. 
¿Cuándo somos hijos de Dios? Ahora. Cuando renacimos del Espíritu de Dios nos hicimos Sus Hijos. No cuando muramos, no algún día, no un día “tal vez”, sino ahora mismo somos hijos de Dios. Nuestra vida con Dios en Cristo en nosotros es maravillosa ahora, pero será aun mejor en el futuro cuando le veamos “como él es”. Ser hijos de Dios es una garantía en el presente de que veremos a Cristo como él es a su retorno.
   
“Como él es” comienza con un andar en luz y de esa manera tener comunión.  Entonces al retorno de Cristo, seremos como él es, y le veremos como él es. Este es el círculo completado. Dios es luz; El Se dio a conocer a Sí mismo, la luz, en Cristo; nosotros recibimos esta luz así que nos está garantizado ser, al retorno de Cristo, como él es.
    
1 Juan 3 contiene el tercer uso de las palabras “como él es”.

1 Juan 3:3
Y todo aquel que tiene esta esperanza en él,
se purifica a sí mismo, así como él es puro.
       
“Esta esperanza” es la esperanza de la que acaba de hablar en 1 Juan 3:2; “cuando él [Cristo Jesús] se manifieste, seremos semejante a él, porque le veremos tal como él es”. La palabra “esperanza” se usa en la Biblia en relación con aquello que está disponible en el futuro, mientras que la palabra “fe” se usa en relación con aquello que está disponible en el momento actual. En este momento no lo hemos visto como él es pues su retorno es todavía futuro. Todo hombre que tiene esta esperanza, la esperanza del retorno de Cristo, la esperanza de ser como él es, ese creyente “se purifica a sí mismo, así como él es puro”.
     
El uso de la palabra “puro” es iluminante.  La palabra griega es hagnos, que quiere decir “mantenerse lustroso” aun viviendo en este mundo deslustroso actual. Jesucristo estaba en  la carne en este mundo, pero el mundo no estaba mezclado con él al punto de que él estuviera contaminado. Jesús fue tentado en todas las cosas según nuestra semejanza, pero sin pecado.* “puro”, hagnos, se puede usar para Jesucristo, pero nunca para la pureza de Dios, pues Dios es Katharos, puro sin mezcla extraña de ninguna clase.
       
Nosotros nos esforzamos por hacernos puros, hagnizö, a causa de la pureza de Cristo en nosotros. Nuestra pureza manifestada radica en la renovación de nuestras mentes. Tener la esperanza del retorno de Cristo es la pureza en el diario vivir ante Dios.
      
La cuarta referencia que usa “como él es” se encuentra cuatro versículos más adelantes, también en 1 Juan 3.

1 Juan 3:7
Hijitos, nadie os engañe; el que hace justicia es justo,
como él es [como El es--Dios en Cristo] justo.
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 *Hebreos 4:15 “Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado”.
¿Cuán justo era Jesucristo? Tan justo como Dios porque Dios estaba en él.

2 Corintios 5:19
Que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo,
no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados,
y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación.
   
Cuando Cristo está en nosotros, entonces, espiritualmente, ¿cuán justos somos? Somos tan justos como Dios en Cristo es justo.
        
Para ser hechos justos tenemos que confesar con nuestra boca que Jesús es el señor y creer en la parte más profunda de nuestro ser que Dios levantó a Cristo de los muertos.  Entonces somos justos “como él es justo”  la justicia proviene de Dios y no tiene nada que ver con cómo nos sentimos; tiene todo que ver con la justificación de Dios para nosotros en Cristo, dada a nosotros como un don gratuito. 2 Corintios 5:21 dice: “Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él”. La justicia no es para las obras del hombre, sino por la gracia de Dios. Ningún hombre por sus propias obras podría  jamás hacerse a sí mismo lo suficientemente bueno como para tener la justicia de Dios. La justicia de Dios al creyente es un don más allá de la compresión humana, dado por un Padre que nos ama y no dado porque lo merezcamos o porque ni siquiera nos acercamos a merecerlo.
      
El quinto y último uso de “como él es” es 1 Juan 4:17. Ya que el versículo 17 comienza con una palabra referente a una declaración previa, nuestro entendimiento se mejora al leer la última parte del versículo anterior.

1 Juan 4:16,17:
Y nosotros hemos conocido y creído el amor
que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor;
y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en         él.

En esto se ha perfeccionado el amor en nosotros,
para que tengamos confianza en el día del juicio;*
pues como él es [como El es], así somos nosotros en este               mundo.
     
Después de hacernos hijos de Dios, nuestro amor es hecho perfecto por la comunión: “el que permanece en amor, permanece en Dios”. Debido a nuestro amor doblemente establecido, por filiación y por comunión, tenemos confianza en este día de juicio del hombre. No somos vacilantes, temerosos, escondiendo nuestra luz debajo de un almud; sino que tenemos la confianza de llevar la grandeza de la Palabra de Dios a gente enferma de pecado y que se está muriendo, pues como El es, perfecto, así somos nosotros en este mundo.
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*El día del juicio es el día en el cual usted y yo vivimos ahora. Este es el día del juicio del hombre; el día de juicio del Señor es todavía futuro. 1 Corintios 4:3 declara: “Yo en muy poco tengo el ser juzgado por vosotros, o por tribunal humano…” Las palabras “tribunal” y “juicio” son la palabra “día”.  La razón por la cual la palabra griega fue traducida “tribunal” o “juicio” es que en este día y en esta era, que es el día del hombre, el hombre hace el juicio en el día del Señor, Dios juzgará.
Pedro y Juan tuvieron este amor y esta confianza pues, como está relatado en Hechos 4, ellos continuaron enseñando la Palabra de Dios mientras sufrían severa persecución.

Hechos 4:23-26 y 29:
Y puestos en libertad, vinieron [Pedro y Juan]
a los suyos [regresaron a los creyentes]
y contaron todo lo que los principales sacerdotes
y los ancianos les habían dicho.

Y ellos, [la gente de la compañía de creyentes],
habiéndolo oído [el relato], alzaron unánimes la voz a Dios,
y dijeron: Soberano Señor, tú eres el Dios que hiciste
el cielo y la tierra, el mar y todo lo que en ellos hay;

que por boca de David tu siervo dijiste:
¿Por qué se amotinan las gentes,
Y los pueblos piensan cosas vanas?

Se reunieron los reyes de la tierra,
Y los príncipes se juntaron en uno
Contra el Señor, y contra su Cristo.

Y ahora, Señor, mira sus amenazas
[Esta es la primera oración registrada en la Iglesia                        cristiana] 
y concede a tus siervos que con todo denuedo
[no vacilación, desgano o miedo] hablen tu palabra.
  
Hablar la Palabra de Dios con todo denuedo fue la misma cosa que en primer lugar metió en dificultades a Pedro y a Juan. Sin embargo en vez de orar: “Señor, alivia la presión”, ellos oraron para que aun más “con todo denuedo hablen tu Palabra”.
    
Como él es así somos nosotros en este mundo y por tanto podemos andar tanto con poder como con entusiasmo. Podemos testificar a la gente. Podemos ayudarles. Podemos anticipar tener éxito en los negocios, en los comercios, fabricas, granjas, en oficinas y cocinas. Donde quiera que usted esté, usted es como él es. ¿No es eso fantástico?
     
Recuerde Romanos 8:37 --“somos más que vencedores…” --y Juan 10:10-- “…yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia”. Nosotros no esperemos para obtener poder y abundancia en el futuro; somos ahora como él es.

1 Corintios 1:30,31:
Mas por él [Dios] estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual              [Cristo Jesús]
nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación,
santificación y redención; para que, como está escrito:
El que se gloría, gloríese en el Señor [en lo que el señor logró        para nosotros].
     
Si vamos a jactarnos de algo, no nos jactamos de nosotros mismos sino de lo que el señor hizo, lo que él logro. Como él es, así somos nosotros en este mundo. Somos como él es ahora, no como él fue cuando lo escupieron, golpearon y crucificaron. No somos como él fue en derrota y frustración, sino como él es en toda victoria, gloria, poder y majestad. Por esto es que Efesios 2:6 y 10 dicen: “y juntamente con él nos resucitó, y así mismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús… Porque somos hechura suya…” Ya estamos sentados en los lugares celestiales en cuanto a Dios concierne por causa de la victoria de Cristo y por causa de la gracia de Dios.
   
En Efesios 1:3 notamos: “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo [tiempo pasado] con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo”. Y Colosenses 1:13 nos edifica aun más cuando dice: “el cual nos ha librado [tiempo pasado] de la potestad de las tinieblas, y trasladado [tiempo pasado] al reino de [por la obra de] su amado hijo”. A los ojos de Dios el creyente ya ha sido liberado y trasladado aunque él todavía viva en este mundo.
     
Colosenses 2:6 dice: “Por tanto, de la manera que habéis recibido al Señor  Jesucristo, andad en él”. Como él es, así somos nosotros en este mundo. Habiendo recibido a Cristo Jesús el señor, hemos de andar en él. Nos mantenemos firmes en la Palabra de Dios y andamos “como él [Cristo] anduvo”, y entonces no somos llevado por doquiera, no somos sacudidos por doquiera, no estamos corriendo de un suceso a otro. No estamos escuchando las opiniones de distintos hombre ni ideas diferentes. Estamos escuchando una cosa solamente y ésa es la Palabra de Dios.

Colosenses 2:7y10:
Arraigados y sobreedificados en él,
y confirmados en la fe [la fe de la familia],
así como habéis sido enseñados, abundando en acciones de          gracias.

y vosotros estáis completos en él…
    
Si nos faltara algo, ¿estaríamos completos? No, verdaderamente que no. Qué poco de la Palabra de Dios hemos aceptado y vivido en nuestras vidas. La mayoría del tiempo nuestro nivel de existencia está muy por  debajo de lo mínimo comparado con lo que está disponible en cuanto a nuestros privilegios filiales, pues como él es así somos nosotros. Pocos creyentes están dispuestos a confesar que son lo que Dios dice que ellos son.  Hebreos 10:23 lee: “Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión [confesión] de nuestra esperanza…”  eso quiere decir que hemos de confesar con denuedo que como él es, así somos nosotros en este mundo.
        
El darnos cuenta de la grandeza de: “como él es”, de la Primera Epístola de Juan, nos deja casi sin respiración en nuestro día.  (1)  “Andamos en luz como él es luz” es la comunión de poder.  (2)  Estar asegurados en el presente de que en un futuro no muy distante “seremos semejante a él, porque le veremos tal como él es”, es la comunión de eternidad. (3) Teniendo esta esperanza del retorno de Cristo, andamos incontaminados, purificándonos a nosotros mismos “así como él es puro”. (4) Sabiendo que la justicia es la posesión preciada del creyente, no aceptamos ser engañados por ninguna declaración contraria, sino que continuamente manifestando nuestra justicia así “como él es justo”.  (5) Tal vez el conocimiento más recompensante es el darnos cuenta de que en este día del juicio del hombre podemos manifestar el amor perfecto de Dios. Tenemos el denuedo para declarar la Palabra de Dios; tenemos el poder para vivir una vida más que abundante y ser más que vencedores, porque como él es, así somos nosotros en este mundo.


Acerca del Autor
        
Victor Paul Wierwille ha pasado muchos años buscando esclarecimiento de la Palabra de Dios por medio de hombres de Dios diseminados a lo largo del continente.  Su trayectoria académica después del colegio secundario continuó en el Colegio y Seminario  “Mission House” (Lakeland), donde recibió sus diplomas universitarios en Artes y en Divinidad. El Dr. Wierwille estudió en la Universidad de Chicago y en el Seminario Teológico de Princeton, donde recibió el diploma de Maestro de Teología en Teología Práctica. Tiempo después completó su trabajo para graduarse como Doctor en Teología.

Durante 16 años el Dr. Wierwille sirvió como pastor en el noreste de Ohio.  Durante estos años escudriñó la Palabra de Dios para obtener claves para un vivir abundante y victorioso. El Dr. Wierwille visitó a E. Stanley Jones y estudió su programa “Ashram”.  Hombres tales como Glenn Clark, Rufus Mosley, Starr Daily, Albert Cliff, el Obispo K.C. Pillai y otros, fueron huéspedes de la congregación local del Dr. Wierwille. Karl Barth de Suiza fue su amigo y consultor, y también George M. Lamsa, el erudito arameo, así como otros eruditos europeos y del lejano oriente. Con estos hombres el Dr. Wierwille buscó entendimiento bíblico. En 1953 comenzó a enseñar clases sobre Poder Para la Vida Abundante. Estas sesiones concentradas están específicamente orientadas hacia revelar la Palabra de Dios como la voluntad de Dios, y contestar preguntas cruciales acerca del espíritu santo y su actual disponibilidad y eficacia en las vidas de los creyentes. El conducir a hombres y mujeres de todas partes del mundo a recibir la vida más abundante, rápidamente absorbió todo el tiempo disponible del Dr. Wierwille, de manera que se hizo necesario que renunciara de su posición de pastor local. Por veinte años el Dr. Wierwille ha dedicado toda su energía a enseñar la exactitud de la Palabra de Dios al establecer el Centro de Investigación Bíblica El Camino en New Knoxville, Ohio, y sus ramas a través de los Estados Unidos, al igual que en la India, Australia, Canadá, Europa y América del Sur.






2 comentarios:

  1. En colaboración para que este libro sea una réplica fiel del original con mis hermanas en Cristo de Argentina y de Méjico.

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  2. También disponible en el blog: http://mirasoloadios.blogspot.com.es/.

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