Capitulo Dieciocho
Como él es
En este estudio de 1 Juan, notamos que tres palabras --“como él es”--
son usadas cinco veces en esta epístola. La significación de “como él es” con
relación al potencial de un creyente expresa verdades maravillosas y conmueve
nuestros corazones.
“Como él es” se encuentra a principios de 1 Juan 1. El primer uso es singularmente significativo
pues estas palabras se usan en su manera más completa y más inclusiva.
1 Juan 1:5-7
Este es el mensaje que hemos oído
de él, [Dios],
y os anunciamos: Dios es luz, y
no hay ningunas tinieblas en él.
Si decimos que tenemos comunión
con él,
y andamos en tinieblas, mentimos,
y no practicamos la verdad;
pero si andamos en luz, como él
está en [como El es] luz,*
tenemos comunión unos con otros,
y la sangre
de Jesucristo su Hijo nos limpia
de todo pecado [comunión rota].
Estos versículos tratan el tema de la comunión. Para tener
comunión con Dios, una persona tiene ante todo que ser un hijo. Un hijo tiene
comunión en una familia sólo después de haber nacido. Después de haber
renacido, nuestra comunión con Dios es indicada por nuestro andar como
creyentes cristianos. Si andamos en luz como El es luz,
hablamos las palabras que El habla; creemos lo que El quisiera que nosotros
creyéramos; actuamos como El quisiera que actuáramos; declaramos lo que El
declara: nosotros somos como El es.
Comparar el “como él es” del versículo 7 con el “él es” del versículo 9
nos enseña mucho al notar el contraste y la omisión de la palabra “como”.
1 Juan 1:8,9
Si decimos que no tenemos pecado,
[comunión rota]
nos engañamos a nosotros mismos,
y
la verdad no está en nosotros.
[en nuestra mente renovada].
Si confesamos nuestros pecados,
[comunión rota]
él es [El es] fiel y justo para perdonar nuestros
pecados,
y limpiarnos de toda maldad.
Este versículo nos informa que Dios es fiel y justo. Los cristianos no
siempre son fieles y justos, pero El es. Cuando somos fieles y
justos, estamos en comunión.
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* La palabra “en” no aparece en los textos originales y el verbo griego
no se debe traducir “estar”, sino “ser”; por lo tanto lee: “como El es luz”.
Dios es luz, así que las
tinieblas son separación de la comunión con Dios. Nunca es la voluntad de Dios
que estemos separados en nuestra comunión con El. No Dios, sino el creyente
rompe comunión por no lograr andar en la luz como Dios es luz. Esta falla de
parte del creyente, al no lograr vivir en comunión, es pecado. Pero Dios en Su
presciencia, sabiendo que el hombre no siempre andaría en luz, proveyó una
forma de volver a la luz y a la comunión con El. “Si confesamos nuestros
pecados, él es [El es] fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y
limpiarnos de toda [nuestra] maldad”. Entonces, una vez más estamos en luz,
estamos otra vez en perfecta comunión.
Mientras que el versículo en 1 Juan 1:9 usa las palabras “él es”, el
versículo en 1 Juan 2:6 usa “como él”.
1 Juan 2:6
El que dice que permanece en él,
debe andar como él anduvo.
Si un creyente está permaneciendo en él, ese cristiano está andando como
él (Cristo) anduvo. Ya que nadie excepto Jesús anduvo perfectamente, la
Palabra de Dios nos alienta a esforzarnos por la perfección del andar de Jesucristo.
Dios el Padre es luz. Su hijo Jesucristo fue luz en este mundo pues él
siempre hizo la voluntad del Padre.* Al hacer la voluntad de Dios, Jesús anduvo
de acuerdo a la Palabra revelada. Y como Jesucristo está en nosotros los
creyentes, cada uno de nosotros puede andar en la Palabra de Dios, y “debe
andar como él [Cristo] anduvo”. Vea esta verdad
significativa: Dios es luz y Dios estaba en Jesucristo y Cristo está en
nosotros.
¿Declaró Jesucristo que no hay Dios, que Dios está muerto, que no hay
resurrección alguna, ni retorno, que orar es sólo sicológicamente bueno para el
que está orando, que Dios no puede liberar, que la Biblia está llena de mitos,
interpolaciones e inexactitudes? Si Jesús
hubiera dejado de vivir la Palabra de Dios por lo que la gente decía, él no
hubiera sido nuestro salvador. Si él se hubiera dejado influir por lo que los
vecinos decían o por lo que la comunidad y la sociedad pensaba, él nunca
hubiera andado perfectamente en comunión con su Padre. Así que debemos andar
“como él anduvo”.
El segundo uso de las tres palabras “como él es” se encuentra en 1 Juan
3:2. Comencemos leyendo en el versículo 1, notando específicamente el amor que
el Padre ha derramado sobre nosotros con abundancia.
1 Juan 3:1-2
Mirad cuál amor nos ha dado el
Padre,
para que seamos llamados hijos de
Dios;
por esto el mundo no nos conoce,
porque no le conoció a él.
Amados, ahora somos hijos de
Dios, y [pero]
aún no se ha manifestado lo que
hemos de ser [en el futuro];
pero sabemos que cuando él se
manifieste,
seremos semejantes a él, porque
le veremos tal como él es.
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*Juan 4:34: Jesús les dijo: Mi comida es que haga la voluntad del que me
envió, y que acabe su obra.
¿Cuándo somos hijos de Dios? Ahora. Cuando renacimos del Espíritu
de Dios nos hicimos Sus Hijos. No cuando muramos, no algún día, no un día “tal
vez”, sino ahora mismo somos hijos de Dios. Nuestra vida con Dios en Cristo en
nosotros es maravillosa ahora, pero será aun mejor en el futuro cuando le
veamos “como él es”. Ser hijos de Dios es una garantía en el presente de que
veremos a Cristo como él es a su retorno.
“Como él es” comienza con un andar en luz y de esa manera tener
comunión. Entonces al retorno de Cristo,
seremos como él es, y le veremos como él es. Este es el
círculo completado. Dios es luz; El Se dio a conocer a Sí mismo, la luz, en
Cristo; nosotros recibimos esta luz así que nos está garantizado ser, al
retorno de Cristo, como él es.
1 Juan 3 contiene el tercer uso de las palabras “como él es”.
1 Juan 3:3
Y todo aquel que tiene esta
esperanza en él,
se purifica a sí mismo, así como
él es puro.
“Esta esperanza” es la esperanza de la que acaba de hablar en 1 Juan
3:2; “cuando él [Cristo Jesús] se manifieste, seremos semejante a él, porque le
veremos tal como él es”. La palabra “esperanza” se usa en la Biblia en relación
con aquello que está disponible en el futuro, mientras que la palabra “fe” se
usa en relación con aquello que está disponible en el momento actual. En este
momento no lo hemos visto como él es pues su retorno es
todavía futuro. Todo hombre que tiene esta esperanza, la esperanza del retorno
de Cristo, la esperanza de ser como él es, ese creyente
“se purifica a sí mismo, así como él es puro”.
El uso de la palabra “puro” es iluminante. La palabra griega es hagnos, que
quiere decir “mantenerse lustroso” aun viviendo en este mundo deslustroso
actual. Jesucristo estaba en la carne en
este mundo, pero el mundo no estaba mezclado con él al punto de que él
estuviera contaminado. Jesús fue tentado en todas las cosas según nuestra
semejanza, pero sin pecado.* “puro”, hagnos, se puede usar para
Jesucristo, pero nunca para la pureza de Dios, pues Dios es Katharos,
puro sin mezcla extraña de ninguna clase.
Nosotros nos esforzamos por hacernos puros, hagnizö, a causa de
la pureza de Cristo en nosotros. Nuestra pureza manifestada radica en la
renovación de nuestras mentes. Tener la esperanza del retorno de Cristo es la
pureza en el diario vivir ante Dios.
La cuarta referencia que usa “como él es” se encuentra cuatro versículos
más adelantes, también en 1 Juan 3.
1 Juan 3:7
Hijitos, nadie os engañe; el que
hace justicia es justo,
como él es [como El es--Dios
en Cristo] justo.
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*Hebreos 4:15 “Porque no tenemos
un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno
que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado”.
¿Cuán justo era Jesucristo? Tan justo como Dios porque Dios estaba en
él.
2 Corintios 5:19
Que Dios estaba en Cristo
reconciliando consigo al mundo,
no tomándoles en cuenta a los
hombres sus pecados,
y nos encargó a nosotros la
palabra de la reconciliación.
Cuando Cristo está en nosotros, entonces, espiritualmente, ¿cuán justos
somos? Somos tan justos como Dios en Cristo es justo.
Para ser hechos justos tenemos que confesar con nuestra boca que Jesús
es el señor y creer en la parte más profunda de nuestro ser que Dios levantó a
Cristo de los muertos. Entonces somos
justos “como él es justo” la justicia
proviene de Dios y no tiene nada que ver con cómo nos sentimos; tiene todo que
ver con la justificación de Dios para nosotros en Cristo, dada a nosotros como
un don gratuito. 2 Corintios 5:21 dice: “Al que no conoció pecado, por nosotros
lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él”. La
justicia no es para las obras del hombre, sino por la gracia de Dios. Ningún
hombre por sus propias obras podría
jamás hacerse a sí mismo lo suficientemente bueno como para tener la
justicia de Dios. La justicia de Dios al creyente es un don más allá de la
compresión humana, dado por un Padre que nos ama y no dado porque lo merezcamos
o porque ni siquiera nos acercamos a merecerlo.
El quinto y último uso de “como él es” es 1 Juan 4:17. Ya que el
versículo 17 comienza con una palabra referente a una declaración previa,
nuestro entendimiento se mejora al leer la última parte del versículo anterior.
1 Juan 4:16,17:
Y nosotros hemos conocido y
creído el amor
que Dios tiene para con nosotros.
Dios es amor;
y el que permanece en amor,
permanece en Dios, y Dios en él.
En esto se ha perfeccionado el
amor en nosotros,
para que tengamos confianza en el
día del juicio;*
pues como él es [como El es],
así somos nosotros en este mundo.
Después de hacernos hijos de Dios, nuestro amor es hecho perfecto por la
comunión: “el que permanece en amor, permanece en Dios”. Debido a nuestro amor
doblemente establecido, por filiación y por comunión, tenemos confianza en este
día de juicio del hombre. No somos vacilantes, temerosos, escondiendo nuestra
luz debajo de un almud; sino que tenemos la confianza de llevar la grandeza de
la Palabra de Dios a gente enferma de pecado y que se está muriendo, pues como
El es, perfecto, así somos nosotros en este mundo.
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*El día del juicio es el día en el cual usted y yo vivimos ahora. Este
es el día del juicio del hombre; el día de juicio del Señor es todavía futuro.
1 Corintios 4:3 declara: “Yo en muy poco tengo el ser juzgado por vosotros, o
por tribunal humano…” Las palabras “tribunal” y “juicio” son la palabra “día”. La razón por la cual la palabra griega fue
traducida “tribunal” o “juicio” es que en este día y en esta era, que es el día
del hombre, el hombre hace el juicio en el día del Señor, Dios juzgará.
Pedro y Juan tuvieron este amor y esta confianza pues, como está
relatado en Hechos 4, ellos continuaron enseñando la Palabra de Dios mientras
sufrían severa persecución.
Hechos 4:23-26 y 29:
Y puestos en libertad, vinieron
[Pedro y Juan]
a los suyos [regresaron a los
creyentes]
y contaron todo lo que los
principales sacerdotes
y los ancianos les habían dicho.
Y ellos, [la gente de la compañía
de creyentes],
habiéndolo oído [el relato],
alzaron unánimes la voz a Dios,
y dijeron: Soberano Señor, tú
eres el Dios que hiciste
el cielo y la tierra, el mar y
todo lo que en ellos hay;
que por boca de David tu siervo
dijiste:
¿Por qué se amotinan las gentes,
Y los pueblos piensan cosas
vanas?
Se reunieron los reyes de la
tierra,
Y los príncipes se juntaron en
uno
Contra el Señor, y contra su
Cristo.
Y ahora, Señor, mira sus amenazas
[Esta es la primera oración
registrada en la Iglesia cristiana]
y concede a tus siervos que con
todo denuedo
[no vacilación, desgano o miedo]
hablen tu palabra.
Hablar la Palabra de Dios con todo denuedo fue la misma cosa que en primer
lugar metió en dificultades a Pedro y a Juan. Sin embargo en vez de orar:
“Señor, alivia la presión”, ellos oraron para que aun más “con todo denuedo
hablen tu Palabra”.
Como él es así somos nosotros en este mundo y por
tanto podemos andar tanto con poder como con entusiasmo. Podemos testificar a
la gente. Podemos ayudarles. Podemos anticipar tener éxito en los negocios, en
los comercios, fabricas, granjas, en oficinas y cocinas. Donde quiera que usted
esté, usted es como él es. ¿No es eso fantástico?
Recuerde Romanos 8:37 --“somos más que vencedores…” --y Juan 10:10--
“…yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia”.
Nosotros no esperemos para obtener poder y abundancia en el futuro; somos ahora
como él es.
1 Corintios 1:30,31:
Mas por él [Dios] estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual [Cristo Jesús]
nos ha sido hecho por Dios
sabiduría, justificación,
santificación y redención; para
que, como está escrito:
El que se gloría, gloríese en el
Señor [en lo que el señor logró para nosotros].
Si vamos a jactarnos de algo, no nos jactamos de nosotros mismos sino de
lo que el señor hizo, lo que él logro. Como él es, así
somos nosotros en este mundo. Somos como él es ahora, no
como él fue cuando lo escupieron, golpearon y crucificaron. No somos como él
fue en derrota y frustración, sino como él es en toda
victoria, gloria, poder y majestad. Por esto es que Efesios 2:6 y 10 dicen: “y
juntamente con él nos resucitó, y así mismo nos hizo sentar en los lugares
celestiales con Cristo Jesús… Porque somos hechura suya…” Ya estamos sentados
en los lugares celestiales en cuanto a Dios concierne por causa de la victoria
de Cristo y por causa de la gracia de Dios.
En Efesios 1:3 notamos: “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor
Jesucristo, que nos bendijo [tiempo pasado] con toda bendición espiritual en
los lugares celestiales en Cristo”. Y Colosenses 1:13 nos edifica aun más
cuando dice: “el cual nos ha librado [tiempo pasado] de la potestad de las
tinieblas, y trasladado [tiempo pasado] al reino de [por la obra de] su amado
hijo”. A los ojos de Dios el creyente ya ha sido liberado y trasladado aunque
él todavía viva en este mundo.
Colosenses 2:6 dice: “Por tanto, de la manera que habéis recibido al
Señor Jesucristo, andad en él”. Como
él es, así somos nosotros en este mundo. Habiendo recibido a
Cristo Jesús el señor, hemos de andar en él. Nos mantenemos firmes en la
Palabra de Dios y andamos “como él [Cristo] anduvo”, y entonces no somos
llevado por doquiera, no somos sacudidos por doquiera, no estamos corriendo de
un suceso a otro. No estamos escuchando las opiniones de distintos hombre ni
ideas diferentes. Estamos escuchando una cosa solamente y ésa es la Palabra de
Dios.
Colosenses 2:7y10:
Arraigados y sobreedificados en
él,
y confirmados en la fe [la fe
de la familia],
así como habéis sido enseñados,
abundando en acciones de gracias.
y vosotros estáis completos en
él…
Si nos faltara algo, ¿estaríamos completos? No, verdaderamente que no.
Qué poco de la Palabra de Dios hemos aceptado y vivido en nuestras vidas. La
mayoría del tiempo nuestro nivel de existencia está muy por debajo de lo mínimo comparado con lo que está
disponible en cuanto a nuestros privilegios filiales, pues como él
es así somos nosotros. Pocos creyentes están dispuestos a confesar que
son lo que Dios dice que ellos son.
Hebreos 10:23 lee: “Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión
[confesión] de nuestra esperanza…” eso
quiere decir que hemos de confesar con denuedo que como él es, así somos
nosotros en este mundo.
El darnos cuenta de la grandeza de: “como él es”, de la Primera Epístola
de Juan, nos deja casi sin respiración en nuestro día. (1)
“Andamos en luz como él es luz” es la comunión de poder. (2)
Estar asegurados en el presente de que en un futuro no muy distante
“seremos semejante a él, porque le veremos tal como él es”, es la comunión de
eternidad. (3) Teniendo esta esperanza del retorno de Cristo, andamos
incontaminados, purificándonos a nosotros mismos “así como él es puro”. (4)
Sabiendo que la justicia es la posesión preciada del creyente, no aceptamos ser
engañados por ninguna declaración contraria, sino que continuamente
manifestando nuestra justicia así “como él es justo”. (5) Tal vez el conocimiento más recompensante
es el darnos cuenta de que en este día del juicio del hombre podemos manifestar
el amor perfecto de Dios. Tenemos el denuedo para declarar la Palabra de Dios;
tenemos el poder para vivir una vida más que abundante y ser más que vencedores,
porque como él es, así somos nosotros
en este mundo.
Acerca del Autor
Victor Paul Wierwille ha pasado muchos años buscando esclarecimiento de
la Palabra de Dios por medio de hombres de Dios diseminados a lo largo del
continente. Su trayectoria académica
después del colegio secundario continuó en el Colegio y Seminario “Mission House” (Lakeland), donde recibió sus
diplomas universitarios en Artes y en Divinidad. El Dr. Wierwille estudió en la
Universidad de Chicago y en el Seminario Teológico de Princeton, donde recibió
el diploma de Maestro de Teología en Teología Práctica. Tiempo después completó
su trabajo para graduarse como Doctor en Teología.
Durante 16 años el Dr. Wierwille sirvió como pastor en el noreste de
Ohio. Durante estos años escudriñó la
Palabra de Dios para obtener claves para un vivir abundante y victorioso. El
Dr. Wierwille visitó a E. Stanley Jones y estudió su programa “Ashram”. Hombres tales como Glenn Clark, Rufus Mosley,
Starr Daily, Albert Cliff, el Obispo K.C. Pillai y otros, fueron huéspedes de
la congregación local del Dr. Wierwille. Karl Barth de Suiza fue su amigo y
consultor, y también George M. Lamsa, el erudito arameo, así como otros
eruditos europeos y del lejano oriente. Con estos hombres el Dr. Wierwille buscó
entendimiento bíblico. En 1953 comenzó a enseñar clases sobre Poder Para la
Vida Abundante. Estas sesiones concentradas están específicamente orientadas
hacia revelar la Palabra de Dios como la voluntad de Dios, y contestar
preguntas cruciales acerca del espíritu santo y su actual disponibilidad y
eficacia en las vidas de los creyentes. El conducir a hombres y mujeres de
todas partes del mundo a recibir la vida más abundante, rápidamente absorbió
todo el tiempo disponible del Dr. Wierwille, de manera que se hizo necesario
que renunciara de su posición de pastor local. Por veinte años el Dr. Wierwille
ha dedicado toda su energía a enseñar la exactitud de la Palabra de Dios al
establecer el Centro de Investigación Bíblica El Camino en New Knoxville, Ohio,
y sus ramas a través de los Estados Unidos, al igual que en la India,
Australia, Canadá, Europa y América del Sur.
En colaboración para que este libro sea una réplica fiel del original con mis hermanas en Cristo de Argentina y de Méjico.
ResponderEliminarTambién disponible en el blog: http://mirasoloadios.blogspot.com.es/.
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