miércoles, 23 de julio de 2014

LA BIBLIA ME LO DICE CAP. 16 V.P.Wierwille


Capítulo Dieciséis

Cuándo Judas se ahorcó

         El tema de cuándo Judas se ahorcó es digno de investigación debido a la enseñanza común de que Judas se ahorcó antes de la crucifixión de Jesús. La Palabra de Dios enseña que Judas Iscariote no sólo estaba vivo en el tiempo de crucifixión, sino que vio al Cristo resucitado y fue también un testigo ocular de la ascensión de Cristo.
       
Para entender la exactitud de la Palabra de Dios en cuanto a las actividades de Judas después de su traición a Jesús, comencemos nuestra investigación en 1 Corintios.

1 Corintios 15:3-5:  
…Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras;

y que fue [Cristo] sepultado, y que resucitó al tercer día,
conforme a las Escrituras;

 y que apareció a Cefas [Pedro], y después a los doce.
        
Si el Cristo resucitado apareció a los doce como dice el versículo 5, entonces Judas tuvo que estar vivo durante las apariciones de Jesús.
        
Procediendo a buscar en la Palabra con respecto a todas las apariciones de Cristo, consideremos los historiales relatados en los evangelios de Lucas y Juan. Necesitamos establecer en primer lugar que los relatos en estos dos evangelios son idénticos. Es en esta ocasión, que fue la primera aparición de Jesús a los apóstoles, que Jesús mostró a sus apóstoles sus llagas. Es inconcebible que Jesús, después de haberles mostrado una vez sus manos, su costado y sus pies, considerara necesario otra ocasión volvérselos a mostrar. El día y el momento en aquel día cuando este singlar acontecimiento tuvo lugar está claramente expuesto. El momento de esta aparición es el primer día de la semana, después de la resurrección, hacia el atardecer.

Juan 20:19:
Cuando llegó la noche de aquel mismo día, el primero de la semana…

Lucas 24:1 y 29
El primer día de la semana…

…porque se hace tarde, y el día ya ha declinado…

Lucas 24:33-36: 
Y levantándose en la misma hora, volvieron a Jerusalén,
y hallaron a los once reunidos, y a los que estaban con ellos.

Mientras ellos aún hablaban de estas cosas,
Jesús se puso en medio de ellos, y les dijo: Paz a vosotros.
         
Había once de los apóstoles reunidos, y los que estaban con ellos, cuando Jesús se puso en medio de ellos.
        
Juan 20:24 da el mismo relato, sólo que esta vez el historial declara en nombre del discípulo ausente.

Juan 20:24:
Pero Tomás, uno de los doce, llamado Dídimo,
no estaba con ellos cuando Jesús vino.
        
Tomás estaba ausente; los otros once apóstoles se reunieron cuando Jesús vino; así pues Judas Iscariote tuvo que haber estado vivo y presente.
       
Juan 20:26 nos dice que “ocho días después, estaban otra vez sus discípulos dentro…” Estos eran los mismos apóstoles que estuvieron reunidos en la primera aparición de Lucas 24.

Lucas 24:33:
…a los once [sin Tomás] reunidos, y a los que estaban con ellos.
      
El momento en que Jesús fue visto por los doce, entonces, se expone específicamente en Juan 20.

Juan 20:26
…estaban otra vez sus discípulos dentro, y con ellos Tomás
[once y Tomás hacen en total doce]. Llegó Jesús,
estando las puertas cerradas, y se puso en medio
y les dijo: Paz a vosotros.
     
Jesús vino y se puso en medio de los doce, confirmando la información de 1 Corintios.

1 Corintios 15:5:
…apareció a Cefas, y después a los doce.
    
Mateo 27 relata los sucesos en la vida de Judas después de que traicionó a Jesús.

Mateo 27:5:
Y arrojando [Judas Iscariote] las piezas de plata
en el templo, salió, y fue y se ahorcó.
        
Este relato no dice que estas cosas acontecieron en rápida sucesión. Simplemente resume la vida de Judas. Qué maravillosa es la Palabra de Dios y qué clara una vez que la entendemos.
    
Otro relato también confirma que Judas estaba vivo después de la resurrección.

Hechos 1:1-2:
En el primer tratado, oh Teófilo, hablé acerca
de todas las cosas que Jesús comenzó a hacer y a enseñar,

hasta el día en que fue recibido arriba,
después de haber dado mandamientos por
el Espíritu Santo a los apóstoles que había escogido.
   
Lucas 6:13 dice que Jesús, había escogido doce, no once, y Hechos 1:2 dice que dio “mandamientos…a los apóstoles que había escogido [los doce]”. 

Hechos 1:3:  
a quienes también, después de haber padecido,
se presentó vivo con muchas pruebas indubitables,
apareciéndoseles durante cuarenta días…
         
“A quienes” se refiere de nuevo a los apóstoles (del versículo 2) que había escogido. A los doce apóstoles, después de haber padecido, él se presentó vivo con muchas pruebas indubitables, apareciéndoseles --a los doce apóstoles-- durante cuarenta días.
          
Para dividir la Palabra con exactitud en el resto de Hechos 1, es importante establecer que once de los apóstoles eran galileos, pero que el llamado Judas Iscariote era del pueblo de Kerioth en Judea del sur. “Iscariote” se considera comúnmente ser proveniente del hebreo Ish Kerioth,  esto es “un hombre de Kerioth”.
          
Este relato de Judas de Kerioth se encuentra en dos de los códices más antiguos.  Solamente necesitamos Hechos 2:7 para probar que los otros once apóstoles eran galileos. En el día de pentecostés la multitud en el templo dijo: “…no son galileos todos estos que hablan?”  refiriéndose a los once apóstoles (sin Judas Iscariote) más Matías. Siempre  que se hace cualquier referencia a hombres de Galilea o galileos, Judas no está incluido pues él era de Judea.
          
Ahora, debemos continuar trazando los pronombres en el primer capítulo de Hechos muy cuidadosamente.

Hechos 1:4:  
Y estando juntos, les [refiriéndose de vuelta al versículo dos,
los apóstoles que había escogido los cuales eran doce]
mandó que no se fueran [doce apóstoles] de Jerusalén,
sino que esperasen la promesa del Padre…
        
En el versículo 5,  “vosotros” se refiere a  los doce apóstoles.

Versículos 5 y 6:
Porque Juan ciertamente bautizó con agua, mas vosotros
seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días.

Entonces los que se habían reunido [los doce] le preguntaron,
diciendo: Señor, ¿restaurarás el reino a Israel en este tiempo?
        
En el versículo 7 “les” se refiere a los doce apóstoles, a la vez que el “vosotros” del versículo 8 se refiere a los doce apóstoles.
       
Los versículos 9 a 11 continúan el relato.

Y habiendo dicho [Jesús] estas cosas, viéndolo ellos
[los doce apóstoles], fue alzado, y le recibió una nube
que le ocultó de sus ojos [de los doce apóstoles].

Y estando ellos [los doce apóstoles] con los ojos puestos en el cielo,
entre tanto que él se iba, he aquí se pusieron junto a ellos
[los doce apóstoles] dos varones con vestiduras blancas,
los cuales también les dijeron: Varones galileos,
¿por qué estáis mirando al cielo?...
          
En el versículo once los “dos varones” dirigieron sus comentarios a los “varones galileos”, los once apóstoles  —sin incluir a Judas, que era de Judea.  Note el tiempo del versículo diez, cuando los dos varones se pusieron junto a ellos (los doce), y del versículo once, cuando los dos varones hablaron a los varones galileos (los once).
       
Judas Iscariote salió de la escena en este momento. Entre los versículos diez y once hay un período de tiempo que permite esta salida, así que el versículo once bien podría empezar otro párrafo. Note que el versículo once dice: “los cuales también les dijeron”.  Aquí hay un serio error porque la palabra “les” no figura en el texto griego.  Esta palabra tiene que ser tachada porque si dijera “les”, el pronombre “les” se referiría a los doce hombres (al igual que el versículo diez) y esto sería inexacto pues los “dos varones” hablaron sólo a once apóstoles galileos: “los cuales también dijeron: Varones galileos…”  Este cambio, de usar pronombres hasta el versículo diez y luego decir “Varones galileos…”  en el versículo once, ciertamente no es accidente alguno. Que maravillosamente exacta es la Palabra de Dios.

Hechos 1:12:
Entonces volvieron [los once] a Jerusalén desde
el monte que se llama del Olivar…
Ellos, los “varones galileos”  (sin Judas, el de Judea) volvieron a Jerusalén.

Versículo 13:
Y entrados [los varones galileos], subieron [once apóstoles]
al aposento alto, donde moraban…
    
Once varones galileos son entonces nombrados uno por uno. De Judas Iscariote nunca se tiene más noticias. Pedro cuenta lo que le sucedió a Judas en el versículo 18

Hechos 1:18:   
Este [Judas Iscariote], pues, con el salario de su iniquidad
adquirió un campo, y cayendo de cabeza,
se reventó por la mitad, y todas sus entrañas se derramaron.
       
La elección de un remplazo para Judas siguió en corto plazo. Encajaba muy bien que esto ocurriera tan cerca de la ascensión, y sin embargo antes de Pentecostés.Un reemplazo no fue elegido antes porque Judas estaba vivo todavía.
      
Ahora tenemos la historia completa de Judas Iscariote quien traicionó al Hijo de Dios y luego recobró aparente comunión con los otros once después de la crucifixión pues él estaba con ellos durante las varias apariciones de Cristo. Finalmente Judas se encontraba en la escena de la ascensión. Después salió y se ahorcó.
     
La frase “se ahorcó” implica para la mente occidental que él tomó su propia vida suspendiéndose a sí mismo del cuello. Este sin embargo no es el caso según las costumbres orientales. Leemos acerca del Rey Saúl que se echó sobre su propia espada.  Este era el método de ahorcarse para el personal de gobierno o militar. Judas no estaba en esta categoría. Siendo un hombre común, él se echó sobre una estaca. Las palabras “ahorcar” y “colgar” se usan para este tipo de suicidio porque las victimas se suspenden sobre objetos puntiagudos. Por tal acción el abdomen era perforado y las entrañas se derramaban, como describe.
       
Para notar la supuesta discrepancia relacionada con la muerte de Judas como está relatado en Mateo 27:3-10 y en Hechos 1:15-20, observemos la Palabra de Dios exactamente y veamos por nosotros mismo que no hay discrepancia alguna en estos relatos.
 
Hechos 1:15-18: 
En aquellos días [los días entre la ascensión
y el día de Pentecostés] Pedro se levantó
en medio de los hermanos (y los reunidos
eran como ciento veinte en número), y dijo.
      
Observe que éste no es el día de Pentecostés, sino que esto es en los días antes de Pentecostés. Cuánto tiempo antes de Pentecostés no lo sabemos, pero sí sabemos que fue después de la ascensión y antes del día de Pentecostés. En esta ocasión antes de pentecostés, los reunidos eran como ciento veinte en números.
       
Fue en este momento que Pedro se levantó entre los discípulos y dirigió la reunión para elegir a alguien que remplazara a Judas Iscariote, que se había ahorcado después de la ascensión.

Versículos 16-18:
[Pedro dijo:] Varones hermanos, era necesario que
se cumpliese la Escritura en que el Espíritu Santo
habló antes por boca de David acerca de Judas,
que fue guía de los que prendieron a Jesús,

y era contado con nosotros, y tenía parte en este ministerio.

Este, pues, con el salario de su iniquidad adquirió
un campo, y cayendo de cabeza, se reventó por la mitad,
y todas sus entrañas se derramaron.
     
La palabra “adquirió” es la palabra “proveyó”. Es la misma palabra usada en Mateo 10:9 donde dice: “No os proveáis de oro…”  Judas adquirió o proveyó para sí mismo”…con el salario de su iniquidad…un campo…”  La palabra “campo” en este versículo es la palabra griega chörion que quiere decir “propiedad”.  Judas proveyó para sí mismo una propiedad que él adquirió  “…con el salario de su iniquidad”.  La mayoría de la gente cree que el salario de su iniquidad eran las treinta piezas de plata, lo cual no puede ser cierto porque él las arrojo en el templo (Mateo 27:5: “Y arrojando las piezas de plata en el templo, salió, y fue y se ahorcó”).
       
En Juan 12:6  se nos dice que Judas “era ladrón, y teniendo la bolsa, sustraía de lo que se echaba en ella”. Judas era el tesorero o el guardián del dinero de los apóstoles.  También se nos instruye que él era “ladrón”. Judas robó dinero de la bolsa, y con este dinero robado, el cual es llamado el “salario de su iniquidad”, proveyó para sí mismo una propiedad.
       
Después de la ascensión, como hemos trazado anteriormente en este estudio, Judas volvió a su propiedad adquirida, la cual él había adquirido con dinero robado de la bolsa, “…y cayendo de cabeza, se reventó por la mitad, y todas sus entrañas se derramaron”. Declara sencillamente que él se ahorcó en su propiedad en algún momento después de la ascensión y antes de Pentecostés porque los “como ciento veinte” eligieron a alguien para remplazar a Judas, como notamos en el versículo quince, “en aquellos días” antes del día de Pentecostés.

Hechos 1:19:   
Y fue notorio a todos los habitantes de Jerusalén,
de tal manera que aquel campo se llama
en su propia lengua, Acéldama, que
quiere decir, Campo de sangre.
       
Note muy cuidadosamente que en este versículo la propiedad que Judas adquirió o proveyó para sí mismo se llama Acéldama, campo de sangre. No pude haberse llamado “campo de sangre”. No pudo haberse llamado “campo de sangre”  cuando la adquirió o la proveyó para sí mismo, pero se le llamó así más tarde porque él se ahorcó en su propiedad.     
Mateo 27 da el siguiente relato de Judas.

Mateo 27:3-5:
Entonces Judas, el que le había entregado, viendo
que era condenado, devolvió arrepentido
las treinta piezas de plata a los principales sacerdotes y a los ancianos,

diciendo: Yo he pecado entregando sangre inocente.
Mas ellos dijeron: ¿Qué nos importa a nosotros? !Allá tú!

Y arrojando las piezas de plata en el templo, salió, y fue y se ahorcó.
     
La gente ha inferido del versículo cinco que tan pronto como Judas hubo arrojado las treinta piezas de plata en el templo, él fue inmediatamente y se ahorcó. Esto no puede ser cierto como hemos visto de nuestro estudio de la Palabra de Dios. El versículo cinco es simplemente un resumen de lo que ocurrió más tarde; simplemente condensa el tiempo.
    
El versículo seis de Mateo 27 nos da cierta información interesante en relación a lo que los principales sacerdotes hicieron con las treinta piezas de plata que Judas devolvió y arrojo al templo.

Mateo 27:6:   
Los principales sacerdotes, tomando las piezas de plata,
dijeron: No es lícito echarlas en el tesoro de las ofrendas,
porque es precio de sangre.
             
Los principales sacerdotes dijeron que estas treinta piezas de plata eran “precio de sangre”, el precio de sangre que los principales sacerdotes habían pagado a Judas para traicionar al Señor Jesucristo y entregarlo a ellos. Después  de que Judas hubo hecho esto, los sacerdotes se encargaron de que Jesús fuera crucificado.

Mateo 27:7:
Y después de consultar [Los principales sacerdotes
se reunieron en una discusión para decidir qué hacer
con las treinta piezas de plata ya que era lícito que
ellos las devolvieran al tesoro de las ofrendas
porque eran el precio de sangre.], compraron
[adquirieron en el mercado al aire libre donde
las ventas de propiedades y campos se hacían]
con ellas [las treinta piezas de plata] el campo del alfarero,
para sepultura de los extranjeros.
         
La palabra “campo” en Mateo 27:7 no es la misma palabra chörion de la palabra “campo” de Hechos 1:18, la cual hemos discutido. La palabra “campo” en Mateo es la Palabra griega agros que quiere decir un área mayor que el chörion, propiedad, adquirida por Judas.
         
Los principales sacerdotes, después de la debida consideración y consejo, decidieron intencionalmente ir al mercado al aire libre y allí comprar un campo de un alfarero. Ellos no compraron la propiedad en la cual Judas se ahorcó pues esa era la propiedad de Judas mismo. Los principales sacerdotes tomaron las treinta piezas de plata y deliberadamente adquirieron un campo para sepultar extranjeros--que quiere decir la gente pobre, los criminales y aquellos que no tenían algún otro lugar para ser sepultados. Este campo se llamaba “el campo del alfarero”.

Mateo 27:8:
Por lo cual aquel campo se llama hasta el día de hoy:
Campo de sangre.
      
Cuando los principales sacerdotes fueron al mercado para comprar el campo del alfarero, ellos no fueron a comprar un campo llamado “campo de sangre”; pero fue llamado así por la gente más tarde porque los sacerdotes lo habían adquirido con las treinta piezas de plata. La palabra “campo” en este versículo, otra vez, es la palabra agros en el griego, y la palabra “sangre” es la palabra haimatos en el griego. Este es un campo completamente distinto del referido en Hechos. En este último era una propiedad, y la propiedad fue “la propiedad de sangre” usando la palabra Acéldama, mientras que en Mateo es llamado “campo de sangre”, a saber, agros haimatos.
       

Así pues, no hay contradicción alguna entre los relatos de Hechos y Mateo. En realidad, un estudio muy cuidadoso de estos hechos hace al relato detallado y real.  Nuestros corazones se llenan de emoción cuando vemos la gran exactitud de la maravillosa Palabra de Dios.

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