sábado, 5 de julio de 2014

LA BIBLIA ME LO DICE CAP.10 V. P. Wierwille

Capítulo diez

Completos en él

Colosenses 2:9,10:
Porque en él [Cristo] habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad,
y vosotros estáis completos en él…

Si estamos completos en Cristo, entonces estamos verdaderamente completos. Pocos cristianos han utilizado el poder de Dios en ellos porque no llegan a renovar sus mentes a la verdad absoluta de la Palabra de Dios de que ellos están completos. Para vivir la vida en abundancia y ser “más que vencedores por medio de aquel que nos amó”, tenemos que confesar y actuar según indica la Palabra de Dios. Cuando nuestra confesión no está alineada con la Palabra de Dios, vivimos una vida de inferior calidad, no logramos manifestar la vida más abundante, y no indicamos que somos más que vencedores”.  Cuando creemos muy poco, manifestamos menos de lo que legalmente y legítimamente nos pertenece como hijos de Dios.
    
Cuando yo confieso que no soy lo que su Palabra declara que soy, no es que Dios sea menos en mí, sino que yo soy menos en Él. Literalmente esto me hace un mentiroso.  Estoy entonces confesando que Dios no tiene razón, y que Él no ha hecho por mí lo que Él dice que ha hecho. No lo quiera Dios que hagamos esto pues Dios es Verdad y todos los hombres son mentirosos (Romanos 3:4 De ninguna manera; antes bien sea Dios veraz, y todo hombre mentiroso; como está escrito: Para que seas justificado en tus palabras, y venzas cuando fueres juzgado). Si la Palabra declara que estamos completos en él entonces estamos completos --pues somos lo que la Palabra de Dios dice que somos, tenemos lo que dice que tenemos, seremos lo que dice que seremos, y tendremos lo que dice que tendremos.
     
Nuestro significado español usual de la palabra “completo” no transmite el énfasis apropiado en esta frase de la Escritura:  “y vosotros estáis completos en él…” El  arameo ilumina esta expresión con mayor claridad.
     
En arameo hay cuatro formas gramaticales diferentes para mostrar la intensidad de un verbo. El español no tiene forma verbal alguna que corresponda a esta forma aramea.  Aun en arameo son muy pocos los verbos que experimentan estas cuatro conjugaciones.
     
La primera conjugación es gal en hebreo, peal en arameo estranguelo o una forma simple en español.  La segunda conjugación se llama piel en hebreo, pael en arameo estranguelo o una forma intensiva en español.  La tercera conjugación se llama hiphil en hebreo, aphel en arameo estranguelo o una forma extensiva en español. Para mostrar cierta comparación con el español, usaremos el verbo pasivo “estar completo”.  La forma intensiva mostraría en estar completo más intenso --“estar completamente completo”.  La forma extensiva indica aun mayor intensidad-- “completamente y absolutamente completo”.
      
Si en Colosenses 2:10 Dios hubiera puesto el verbo “completo” en este último uso (extensivo) --a saber, que estamos “completamente y absolutamente completos en él”--esto sería maravilloso; pero éste no es el caso. Dios va aun más allá de esta forma extensiva para mostrarnos cuán completos estamos en él.  Los manuscritos arameos en Colosenses 2:10 usan una cuarta conjugación muy rara.
      
Esta cuarta conjugación se llama hithpael en hebreo, shaphel en arameo estranguelo, o lo que sería la forma extra--extensiva en español.  Se encuentra sólo pocas veces en la Biblia. Esta conjugación, muy raramente usada, es difícil de traducir.  Pero he aquí un ensayo de traducción de Colosenses 2:10 como es dado en arameo en la forma eshtaphal (shaphel pasivo, que corresponde al hithpael hebreo): “!Estamos completamente, completamente, absolutamente completos en él!” Tal forma de estar completos es incompresible a la finita mente humana. En el mejor de los casos, podemos saber con seguridad que no carecemos de nada. 
     
Las siguientes son algunas de las cosas que componen nuestro estar completos:

Colosenses 1:12,13:
Con gozo dando gracias al Padre que nos hizo aptos para participar
de la herencia de los santos en luz;

el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas,
y trasladado al reino de [por] su amado Hijo.

Colosenses 1:21,22:
Y a vosotros también, que erais en otro tiempo extraños
y enemigos en vuestra mente, haciendo malas obras,
ahora os ha reconciliado en su cuerpo de carne,
por medio de la muerte, para presentaros santos
y sin mancha e irreprensibles delante de él.

Efesios 1:7:
En quien tenemos redención por su sangre,
el perdón de pecados según las riquezas de su gracia,

1 Corintios 1:30:
Mas por él [Dios] estáis vosotros en Cristo Jesús,
el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría,
justificación, santificación y redención;

Colosenses 2:10-12:
Y vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de todo principado
y potestad. En él también fuisteis circuncidados
con circuncisión no hecha a mano,
al echar de vosotros el cuerpo pecaminoso carnal,
en la circuncisión de Cristo; sepultados con él en el bautismo,
en el cual fuisteis también resucitados con él,
mediante la fe en el poder de Dios que le levantó de los muertos.

Romanos 8:37:
Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores
por medio de aquel que nos amó.

Romanos 6:4:
Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo,
a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre,
así también nosotros andemos en vida nueva.
      
Como hijos de Dios renacidos, estamos completos en él. El próximo paso es manifestar este estar completos. La operación del don de espíritu santo en cada creyente renacido es la clave para liberar poder potencial y demostrar el estar completo. El don del espíritu santo tiene nueve manifestaciones que están presentadas en 1 Corintios 12.

1 Corintios 12:7-11:
Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho.

Porque a éste es dada por el Espíritu palabra de sabiduría;
a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu;

a otro, fe por el mismo Espíritu; y a otro,
dones de sanidades por el mismo Espíritu.

A otro, el hacer milagros; a otro, profecía; a otro,
discernimiento de espíritus; a otro, diversos géneros
de lenguas; y a otro, interpretación de lenguas.

Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo
Espíritu, repartiendo a cada uno en particular [su propio]
como él [el hombre] quiere.
     
Cuando operamos estas manifestaciones comenzamos a evidenciar parte de nuestro poder dado por Dios. Yendo un paso más adelante, las manifestaciones del espíritu producen como resultado fruto del espíritu.

Gálatas 5:22-23
Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz,
paciencia, benignidad, bondad, fe,

mansedumbre, templanza…
       
El fruto resulta de la operación de las manifestaciones del espíritu. Los cristianos no pueden mostrar el fruto del espíritu sin operar las manifestaciones del espíritu al igual que no pueden manifestar el espíritu sin tener el espíritu. El fruto del espíritu, del cual Gálatas 5:22,23 habla, no es el fruto de las obras del hombre. El fruto que se evidencia a sí mismo al operar las manifestaciones del espíritu es el único “fruto del espíritu”.   Primero operamos las manifestaciones, las herramientas, y así cultivamos el fruto en evidencia. Esta verdad es extraordinaria cuando consideramos que por años hemos leído “fruto del espíritu” pero hemos actuado consistentemente como si debiera decir “el fruto de las obras del hombre”.
        
¡Que verdaderamente maravilloso es darse cuenta de que como hijos de Dios tenemos las manifestaciones del espíritu y que por la operación de estas manifestaciones es evidenciado el fruto del espíritu! El fruto del espíritu es manifestado en el mundo de los sentidos sólo según renovamos nuestras mentes a actuar por el poder del espíritu dentro de nosotros.
        
Las manifestaciones del espíritu y el evidenciar el fruto del espíritu muestran parte de nuestro estar completos. El alcance total de estar “completos en él”, sin embargo, podrá saberse solamente cuando lo veamos cara a cara.

Colosenses 3:1-4:
Si, pues, habéis resucitado con Cristo,
buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios.

Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra.

Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios.

Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste,
entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria.
    
Sin duda cuando seamos “manifestados con él en gloria” seremos capaces de apreciar cabalmente que estamos completamente, completamente, absolutamente completos en él. ¡Que vigorizante espiritualmente es saber y darnos cuenta de que nosotros como cristianos somos lo que Dios dice que somos y que tenemos lo que Él dice que tenemos!
    
Nuevamente, ¿cuáles son algunas de las cosas que tenemos que componen nuestro estar completos? Tenemos una herencia con los santos, habiendo sido librados de la potestad de las tinieblas y trasladados al Reino de Dios; hemos sido reconciliados con Dios, ante el cual somos santos, sin mancha e irreprensibles; tenemos redención y perdón de pecados; Cristo nos ha sido hecho sabiduría, justificación, santificación y redención, somos más que vencedores; podemos andar en vida nueva; tenemos el don de espíritu santo y por tanto podemos operar las manifestaciones del espíritu y producir el fruto del espíritu.
    
¿Está empezando a entender usted ahora que está, como dice Colosenses 2:10, completamente, completamente, absolutamente completo en él? Cuán motivados deberíamos estar para andar con vida nueva, sabiendo cuán grande es Dios y cuán bueno Él es con nosotros a causa de las obras de Cristo Jesús, Su Hijo.

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