domingo, 17 de agosto de 2014

RECIBIENDO EL ESPIRITU SANTO HOY Cap. 4 de V.P.Wierwille


CAPÍTULO 4

¿Qué es hablar en lenguas?


Hablar en una lengua es la manifestación externa del creyente en el mundo de los sentidos de la presencia y realidad interna del poder del espíritu santo. Hablar en lenguas es un recuerdo constante aun en las horas de dolor, tentación y problema, de que Cristo por medio del poder de Dios está en ustedes. Por lo tanto, ustedes tienen la victoria sobre el enemigo en toda situación porque como 1 Juan 4:4 dice: “...mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo”.

Ha habido tan poca enseñanza bíblica clara acerca de la maravillosa bendición del espíritu santo, que la mayoría de la gente no tiene idea del gran valor de su manifestación. Voy a compartir enseñanzas bíblicas con ustedes que dispersarán todos sus temores y, por medio de la ayuda de Dios, voy a indicarles qué ocurre en realidad cuando una persona habla en lenguas.

¿Deberían todos los creyentes renacidos hablar en lenguas? En Marcos 16:17 Jesús dijo que en su nombre los creyentes “…hablarán nuevas lenguas”. Noten también que en la Biblia no dice: “hablarán en lenguas hasta la muerte de los apóstoles y discípulos originales”.

En 1 Corintios 14:5 Pablo por revelación dijo: “Así que, quisiera que todos vosotros hablaseis en lenguas”. Recuerden que la epístola a los corintios fue escrita a la Iglesia. 1 Corintios 1:2 estipula: “a la iglesia de Dios”. Así pues, fue escrita a ustedes y a mí, que somos creyentes, que pertenecemos a la Iglesia del Cuerpo. En 1 Corintios 14:18 y 37 Pablo dice: “Doy gracias a Dios que hablo en lenguas más que todos vosotros”, y “Si alguno se cree profeta, o espiritual, reconozca que lo que os escribo son mandamientos del Señor”.

En todos los casos en el libro de Hechos donde el espíritu santo fue recibido y la manifestación externa inicial es mencionada, ésta fue siempre hablar en lenguas.

Hechos 2:4:
…y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu [el pneuma] les daba que hablasen.

Hechos 10:46:
Porque los oían que hablaban en lenguas…


Hechos 19:6
…y hablaban en lenguas…

¿De qué sirve hablar en lenguas? De edificación para ustedes. Los hará fuertes. ¿En qué parte son edificados? No en su mente porque la mente no entiende.

1 Corintios 14:4:
El que habla en lengua extraña, a sí mismo se edifica…

Esta manifestación es la única evidencia mencionada en la Biblia que es específicamente para fortalecer al creyente en el espíritu.

¿Quieren ser edificados personalmente, fortalecidos en la fuerza del Señor, y tener Su poder en sus vidas? Entonces deben hablar mucho en lenguas. De todas las habilidades espirituales de Dios, la habilidad de hablar en lenguas es la única que la Biblia menciona que fortalecerá al creyente.

Al igual que comemos comida física para fortalecer el cuerpo físico, debemos tener comida espiritual para fortalecer el espíritu. Sus facultades mentales no se fortalecen a través del ejercicio de hablar en lenguas, pero sus facultades espirituales se refuerzan en gran manera. Las cosas del mundo de los sentidos no pueden alimentar al espíritu. Esta es una ley de Dios.

Juan 3:6:
Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es.

Esta ley funciona con exactitud matemática y precisión científica. Cualquier cosa que se obtiene a través de los cinco sentidos – vista, oído, olfato, gusto, tacto – está en el mundo de los sentidos y se relaciona con la carne. La Biblia está en el mundo de los sentidos, y como tal la ley de Dios requiere que la Biblia alimente la mente que está incluida en la palabra bíblica “carne”. Así que si la Biblia está en la categoría del mundo de los sentidos y por consiguiente alimenta sólo a la mente, ¿qué alimentará al espíritu? La única manifestación que Dios ha dado para edificar el espíritu es hablar en lenguas.

Cuando ustedes hablan en lenguas es el espíritu en ustedes que está en comunicación directa con su Padre celestial, y como tal su espíritu es edificado. Este es el espíritu proveniente de Dios en ustedes como un don, que es ahora su espíritu porque ustedes han sido renacidos. ¿Pueden pensar en algo más maravilloso que una comunicación directa con Dios? Eso es lo que tienen cuando hablan en lenguas.

1 Corintios 14:2:
Porque el que habla en lenguas no habla a los hombres, sino a Dios…

Noten que ustedes no le están hablando a los hombres cuando hablan en lenguas, sino que le están hablando a Dios. Además, están hablando misterios.

1 Corintios 14:2:
…aunque por el Espíritu habla misterios.

Esta palabra “misterios” puede ser traducida “secretos divinos”. Imagínense a cualquier creyente rehusando algo por medio de lo cual él, por el espíritu, puede hablar secretos divinos con Dios. Aquellos que conocen la enseñanza bíblica y hablan mucho en lenguas en sus vidas privadas son en gran manera edificados y fortalecidos en el espíritu con denuedo poderoso. Ellos llegan a ser agudos y perceptivos espiritualmente.

Cuando ustedes oran en el espíritu, que es orar en lenguas, pueden estar seguros de que no hay egoísmo en su oración, pues su entendimiento no entra en juego; este tipo de oración es una comunicación espiritual directa con el Padre. Cuando oramos con nuestro entendimiento el egoísmo puede entrar y entonces oramos erróneamente, pero nunca oramos impropiamente cuando oramos por o a través del espíritu.

1 Corintios 14:14,15:
Porque si yo oro en lengua desconocida, mi espíritu ora, pero mi entendimiento queda sin fruto.

¿Qué, pues? Oraré con el espíritu, pero oraré también con el entendimiento; cantaré con el espíritu, pero cantaré también con el entendimiento.

Me he despertado muchas veces durante la noche sintiendo una urgente obligación de orar; pero como no sabía por mis sentidos por qué o acerca de qué orar, sólo oraba lo mejor que podía. Del mismo modo hay personas o situaciones en el mundo por las cuales Dios quisiera que los creyentes oraran; pero si no oramos en lenguas, la oración no se ofrece, la urgencia que sentimos no cesa, y la obligación no se satisface. Desde que recibí en manifestación el espíritu santo y oro en lenguas en mi vida privada he aprendido que cuando estos deseos de orar vienen y le oro al Padre en lenguas según el Espíritu me da que hable, la urgencia de orar pronto cesa porque Dios está oyendo y contestando mi oración. Esto ha sido demostrado numerosas veces con gente muy enferma, con gente en problemas o en grandes peligros. Yo creo firmemente que Dios quiere que oremos por muchas cosas que la mente humana pasa por alto. Puesto que el Espíritu Santo dirige lo que se ora en lenguas, podemos orar por el cumplimiento de necesidades específicas desconocidas a nuestra mente.

Otra maravillosa ventaja de hablar en lenguas es que nos ayuda a sobreponernos a nuestras debilidades. ¿Qué creyente de entre nosotros no tiene una debilidad que sobreponer o una flaqueza en la cual necesita ayuda?

Romanos 8: 26,27:
Y de igual manera el Espíritu [el  pneuma] nos ayuda en nuestra debilidad;* pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu [el  pneuma] mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles.

*La debilidad es que de acuerdo a los sentidos “que hemos de pedir como conviene no lo sabemos”

Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos.

¿Por qué hablar en lenguas si el que habla no puede entender lo que está hablando? ¿No es eso tonto? Nada es tonto si es ordenado por Dios y es llevado a cabo de acuerdo al plan y orden de Dios.

Ustedes no creen que es tonto respirar aun cuando no pueden ver el aire; ni creen que es tonto conectar el interruptor eléctrico simplemente porque no ven la electricidad. Cuando hablen en lenguas, una vez que hayan recibido el poder desde lo alto en manifestación, no seguirán pensando que es jerigonza o tontería. Entonces, y no antes, se darán cuenta de la luz y la vida que esto les trae.

Ahora quiero aclararles la segunda porción más mal interpretada de la Biblia relacionada con todo el asunto de hablar en lenguas.

¿Cómo se habla en lenguas?

Nadie habla en lenguas hasta después de nacer de nuevo y que el espíritu santo esté dentro de él permanentemente. Los demonios no pueden hablar en lenguas. Así que, cuando uno habla en lenguas, uno nunca puede hablar cosas diabólicas o malas.* Los demonios pueden poseer a la gente para que profeticen, pero los demonios nunca hablan en lenguas.** Aquellos que enseñan que los demonios pueden inspirar a uno a hablar en lenguas han sido descarriados. Todo versículo en la Biblia que trata sobre el hablar en lenguas dice que los que hablaban glorificaban a Dios. He incluido este párrafo aquí porque creo firmemente que debemos basar todas las enseñanzas en la Biblia y no en lo que digan los hombres. Hablar en lenguas, como dije en el primer párrafo de este capítulo, es la manifestación externa de la presencia y realidad interna del don del espíritu santo que proviene del Donador que es el Espíritu Santo.

*Ver Capítulo XIV, p. 267, respuesta a la pregunta 8
**Jeremías 2:8: “…y los profetas profetizaron en nombre de Baal, y anduvieron tras lo que no aprovecha”.
1 Reyes 18:19: “Envía, pues, ahora y congrégame a todo Israel en el monte Carmelo, y los cuatrocientos cincuenta profetas de Baal, y los cuatrocientos profetas de Asera, que comen de la mesa de Jezabel”.
Ezequiel 13:17: “Y tú, hijo de hombre, pon tu rostro contra las hijas de su pueblo que profetizan de su propio corazón, y profetizan contra ellas”.

Los dones de Dios a través de la Biblia son recibidos por creencia, y todos son operados por la acción directa de la voluntad humana. El Espíritu no es el que habla. Nosotros hablamos, pero lo que hablamos es lo que el Espíritu Santo escoge.

Si nosotros somos los que hablamos podemos parar a voluntad y empezar a voluntad. Tenemos control completo sobre el hablar en lenguas en todo momento al igual que tenemos control sobre hablar con nuestro entendimiento. Cuando hablamos en lenguas, sin embargo, no tenemos dominio alguno sobre el idioma que estamos hablando.

Hechos 2:4:
Y fueron todos llenos del Espíritu Santo [pneuma hagion], y [ellos, no el espíritu] comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu [el pneuma] les daba que hablasen.

Todos fueron llenos y comenzaron hablar. ¿Quiénes empezaron a hablar? Ellos. ¿Fue el Espíritu Santo el que habló? ¡No! Los que fueron llenos lo hicieron. Si ellos hablaron, entonces ellos controlaron el hablar; pero lo que hablaron fue “según el Espíritu les daba que hablasen”. El Espíritu Santo nunca hace la acción de hablar. La Biblia claramente enseña que el hombre habla por su propia voluntad, pero lo que se habla es dirigido sobrenaturalmente.

El hablar en lenguas por parte de un creyente nacido de nuevo está absolutamente basado en un acto de la voluntad humana. No hay nada sobrenatural acerca del hecho de que el hombre pueda hablar en lenguas. La voluntad del hombre está siempre en control, pero lo que hay de sobrenatural en toda operación es lo que él habla y no el hecho de que hable.

El Espíritu Santo nunca posee al hombre o lo obliga a hablar contra su voluntad. No hay ni un versículo en la Biblia que enseñe que Dios toma posesión de la voluntad del hombre. El hombre puede decir que Dios posee pero eso no lo hace cierto.

Si el hombre no tuviera control sobre el hablar en lenguas, entonces Dios habría violado una de Sus propias leyes – el libre albedrío del hombre – lo cual Dios no puede hacer ni hará. Además, sería tonto que la Biblia tuviera enseñanzas tan claras acerca de cuándo hablar y cuando no hablar en lenguas si los creyentes fueran incapaces de llevar a cabo las instrucciones expuestas.

1 Corintios 14:14,15:
Porque si yo oro en lengua desconocida, mi espíritu [pneuma] ora, pero mi entendimiento queda sin fruto.

¿Qué, pues? Oraré con el espíritu [pneuma], pero oraré también con el entendimiento; cantaré con el espíritu [el pneuma], pero cantaré también con el entendimiento.

Noten cuidadosamente que Pablo dice: “Porque si yo oro en lengua desconocida, mi espíritu ora”. ¿Quién está orando? Pablo es el que ora, no el Espíritu Santo. Pablo dice que él puede por su propia voluntad orar en lenguas. Él desea, por su propia decisión, orar no sólo “con el espíritu”, que es orar en lenguas, sino “con el entendimiento”, que es orar con los sentidos. Nosotros, por nuestra propia voluntad, decidimos orar con el entendimiento y, del mismo modo, nosotros, por nuestra propia voluntad, decidimos orar con el espíritu.

No dejen nunca que nadie les vuelva a decir que el Espíritu Santo es el que habla u ora. La Biblia enseña claramente que nosotros por nuestra voluntad hablamos en lenguas. Esto echa por tierra las ideas y pensamientos negativos y la enseñanza errónea de que no tenemos control sobre el hablar en lenguas. Siempre tenemos perfecto control de todo don espiritual de Dios. Cada habilidad espiritual, don del verdadero Dios, es operada por nuestra decisión. Si alguna vez pareciera que una manifestación espiritual está fuera de control,  en realidad no sería la manifestación lo que está fuera de control, sino el hombre que opera la manifestación es quien está fuera de orden. Cuando esto ocurre no es una gloria para Dios ni es edificante a los de la casa de la fe, sino que es un abuso de algo que estaba destinado para el bien.

Todos los dones son recibidos por creencia. Ya que es imposible hablar dos idiomas al mismo tiempo, la actitud de creer, en el recibir en manifestación el espíritu santo, es que el creyente recibirá, lambanō, manifestará el poder desde lo alto y en ese mismo momento contará con un movimiento sobrenatural de la habilidad espiritual dentro de él. Jesús habló de esta experiencia del espíritu.

Juan 7: 38,39:
El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva.

Esto dijo del Espíritu [el pneuma] que habían de recibir los que creyesen en él; pues aún no había venido el Espíritu Santo [pneuma hagion], porque Jesús no había sido aún glorificado.

El próximo paso en creencia del hombre es levantar su voz y hablar con denuedo. El espíritu no tiene órganos del habla. Por lo tanto, debemos mover nuestros labios y hacer los sonidos y hablar las palabras, pero los sonidos y las palabras que hablamos son asunto de Dios. Nosotros, por nuestra voluntad, hablamos. Esta es nuestra creencia, nuestra acción. La acción de hablar es asunto nuestro, pero lo que hablamos es la parte de Dios en la manifestación.


Hablar en lenguas no es:

1. Habilidad lingüística. Es una expresión inspirada de un idioma que puede ser o no ser entendido por gente en algún sitio del mundo. (1Corintios13:1)

2. El don de idiomas conocidos ni la comprensión de idiomas.

3. Vociferar, gritar ni chapurrear ruidos horripilantes.

Hablar en lenguas es la habilidad espiritual dada por Dios de hablar en otras lenguas a voluntad según el Espíritu da que hablen. Podemos empezar en cualquier momento; podemos parar en cualquier momento. Por nuestra voluntad tenemos siempre control perfecto y absoluto del hablar en lenguas.


Hablar en lenguas es para:

1. Nuestra vida de oración privada, primero y sobre todo. Cuando es usado en la Iglesia, el hablar en lenguas tiene que ser acompañado por interpretación. (1 Corintios 14: 4,5)

2. Edificación de nuestro espíritu, nuestra nueva creación en Cristo Jesús. (1 Corintios 14:4)

3. Comunicación con Dios en “misterios” o “secretos divinos”. (1 Corintios 14:2)

4. Dar gracias bien. (1 Corintios 14:17)

5. Mantenernos alertas de que somos hijos de Dios y coherederos con Cristo. (Romanos 8:16,17)

6. Ayudarnos a sobreponernos a nuestra debilidad. (Romanos 8:26)

7. Ayudarnos a orar bien. (Romanos 8:26)

8. Hacer intercesión con Dios por nosotros como creyentes individuales. (Romanos 8:26.27)

9. Hacer intercesión con Dios por los santos, los otros creyentes, la Iglesia. (Romanos 8:27)


10. Fortalecernos con Su poder en el hombre interior. (Efesios 3:16)


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