CAPÍTULO 4
¿Qué es hablar en lenguas?
Hablar en una lengua es la manifestación
externa del creyente en el mundo de los sentidos de la presencia y realidad
interna del poder del espíritu santo.
Hablar en lenguas es un recuerdo constante aun en las horas de dolor, tentación
y problema, de que Cristo por medio del poder de Dios está en ustedes. Por lo
tanto, ustedes tienen la victoria sobre el enemigo en toda situación porque
como 1 Juan 4:4 dice: “...mayor es el que está en vosotros, que el que está en
el mundo”.
Ha
habido tan poca enseñanza bíblica clara acerca de la maravillosa bendición del
espíritu santo, que la mayoría de la gente no tiene idea del gran valor de su
manifestación. Voy a compartir enseñanzas bíblicas con ustedes que dispersarán
todos sus temores y, por medio de la ayuda de Dios, voy a indicarles qué ocurre
en realidad cuando una persona habla en lenguas.
¿Deberían
todos los creyentes renacidos hablar en lenguas? En Marcos 16:17 Jesús dijo que
en su nombre los creyentes “…hablarán nuevas lenguas”. Noten también que en la
Biblia no dice: “hablarán en lenguas hasta la muerte de los apóstoles y
discípulos originales”.
En
1 Corintios 14:5 Pablo por revelación dijo: “Así que, quisiera que todos
vosotros hablaseis en lenguas”. Recuerden que la epístola a los corintios fue
escrita a la Iglesia. 1 Corintios 1:2 estipula: “a la iglesia de Dios”. Así
pues, fue escrita a ustedes y a mí, que somos creyentes, que pertenecemos a la
Iglesia del Cuerpo. En 1 Corintios 14:18 y 37 Pablo dice: “Doy gracias a Dios
que hablo en lenguas más que todos vosotros”, y “Si alguno se cree profeta, o
espiritual, reconozca que lo que os escribo son mandamientos del Señor”.
En
todos los casos en el libro de Hechos donde el espíritu santo fue recibido y la
manifestación externa inicial es mencionada, ésta fue siempre hablar en lenguas.
Hechos
2:4:
…y
comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu [el pneuma] les daba que hablasen.
Hechos
10:46:
Porque
los oían que hablaban en lenguas…
Hechos
19:6
…y
hablaban en lenguas…
¿De
qué sirve hablar en lenguas? De
edificación para ustedes. Los hará fuertes. ¿En qué parte son edificados?
No en su mente porque la mente no entiende.
1 Corintios 14:4:
El que habla en lengua extraña, a sí mismo se edifica…
Esta
manifestación es la única evidencia mencionada en la Biblia que es
específicamente para fortalecer al creyente en el espíritu.
¿Quieren
ser edificados personalmente, fortalecidos en la fuerza del Señor, y tener Su
poder en sus vidas? Entonces deben hablar mucho en lenguas. De todas las
habilidades espirituales de Dios, la habilidad de hablar en lenguas es la única
que la Biblia menciona que fortalecerá al creyente.
Al
igual que comemos comida física para fortalecer el cuerpo físico, debemos tener
comida espiritual para fortalecer el espíritu. Sus facultades mentales no se
fortalecen a través del ejercicio de hablar en lenguas, pero sus facultades
espirituales se refuerzan en gran manera. Las cosas del mundo de los sentidos
no pueden alimentar al espíritu. Esta es una ley de Dios.
Juan
3:6:
Lo
que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu
es.
Esta
ley funciona con exactitud matemática y precisión científica. Cualquier cosa
que se obtiene a través de los cinco sentidos – vista, oído, olfato, gusto,
tacto – está en el mundo de los sentidos y se relaciona con la carne. La Biblia
está en el mundo de los sentidos, y como tal la ley de Dios requiere que la
Biblia alimente la mente que está incluida en la palabra bíblica “carne”. Así
que si la Biblia está en la categoría del mundo de los sentidos y por
consiguiente alimenta sólo a la mente, ¿qué alimentará al espíritu? La única
manifestación que Dios ha dado para edificar el espíritu es hablar en lenguas.
Cuando ustedes hablan en lenguas es el
espíritu en ustedes que está en comunicación directa con su Padre celestial, y como tal su espíritu es edificado. Este es el
espíritu proveniente de Dios en ustedes como un don, que es ahora su espíritu
porque ustedes han sido renacidos. ¿Pueden pensar en algo más maravilloso que
una comunicación directa con Dios? Eso es lo que tienen cuando hablan en
lenguas.
1
Corintios 14:2:
Porque
el que habla en lenguas no habla a los hombres, sino a Dios…
Noten
que ustedes no le están hablando a los hombres cuando hablan en lenguas, sino
que le están hablando a Dios. Además, están hablando misterios.
1
Corintios 14:2:
…aunque
por el Espíritu habla misterios.
Esta
palabra “misterios” puede ser traducida “secretos divinos”. Imagínense a
cualquier creyente rehusando algo por medio de lo cual él, por el espíritu,
puede hablar secretos divinos con Dios. Aquellos que conocen la enseñanza
bíblica y hablan mucho en lenguas en sus vidas privadas son en gran manera
edificados y fortalecidos en el espíritu con denuedo poderoso. Ellos llegan a
ser agudos y perceptivos espiritualmente.
Cuando
ustedes oran en el espíritu, que es orar en lenguas, pueden estar seguros de
que no hay egoísmo en su oración, pues su entendimiento no entra en juego; este
tipo de oración es una comunicación espiritual directa con el Padre. Cuando
oramos con nuestro entendimiento el egoísmo puede entrar y entonces oramos
erróneamente, pero nunca oramos impropiamente cuando oramos por o a través del
espíritu.
1
Corintios 14:14,15:
Porque
si yo oro en lengua desconocida, mi espíritu ora, pero mi entendimiento queda
sin fruto.
¿Qué,
pues? Oraré con el espíritu, pero oraré también con el entendimiento; cantaré
con el espíritu, pero cantaré también con el entendimiento.
Me
he despertado muchas veces durante la noche sintiendo una urgente obligación de
orar; pero como no sabía por mis sentidos por qué o acerca de qué orar, sólo
oraba lo mejor que podía. Del mismo modo hay personas o situaciones en el mundo
por las cuales Dios quisiera que los creyentes oraran; pero si no oramos en
lenguas, la oración no se ofrece, la urgencia que sentimos no cesa, y la
obligación no se satisface. Desde que recibí en manifestación el espíritu santo
y oro en lenguas en mi vida privada he aprendido que cuando estos deseos de
orar vienen y le oro al Padre en lenguas según el Espíritu me da que hable, la
urgencia de orar pronto cesa porque Dios está oyendo y contestando mi oración.
Esto ha sido demostrado numerosas veces con gente muy enferma, con gente en
problemas o en grandes peligros. Yo creo firmemente que Dios quiere que oremos
por muchas cosas que la mente humana pasa por alto. Puesto que el Espíritu
Santo dirige lo que se ora en lenguas, podemos orar por el cumplimiento de
necesidades específicas desconocidas a nuestra mente.
Otra
maravillosa ventaja de hablar en lenguas es que nos ayuda a sobreponernos a
nuestras debilidades. ¿Qué creyente de entre nosotros no tiene una debilidad
que sobreponer o una flaqueza en la cual necesita ayuda?
Romanos
8: 26,27:
Y
de igual manera el Espíritu [el pneuma] nos ayuda en nuestra debilidad;*
pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu [el
pneuma] mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles.
*La debilidad es que de acuerdo a los sentidos “que
hemos de pedir como conviene no lo sabemos”
Mas
el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque
conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos.
¿Por
qué hablar en lenguas si el que habla no puede entender lo que está hablando?
¿No es eso tonto? Nada es tonto si es ordenado por Dios y es llevado a cabo de
acuerdo al plan y orden de Dios.
Ustedes
no creen que es tonto respirar aun cuando no pueden ver el aire; ni creen que
es tonto conectar el interruptor eléctrico simplemente porque no ven la
electricidad. Cuando hablen en lenguas, una vez que hayan recibido el poder
desde lo alto en manifestación, no seguirán pensando que es jerigonza o
tontería. Entonces, y no antes, se darán cuenta de la luz y la vida que esto
les trae.
Ahora
quiero aclararles la segunda porción más mal interpretada de la Biblia
relacionada con todo el asunto de hablar en lenguas.
¿Cómo
se habla en lenguas?
Nadie
habla en lenguas hasta después de nacer de nuevo y que el espíritu santo esté
dentro de él permanentemente. Los demonios no
pueden hablar en lenguas. Así que, cuando uno habla en lenguas, uno nunca
puede hablar cosas diabólicas o malas.* Los demonios pueden poseer a la gente
para que profeticen, pero los demonios nunca hablan en lenguas.** Aquellos que
enseñan que los demonios pueden inspirar a uno a hablar en lenguas han sido
descarriados. Todo versículo en la Biblia que trata sobre el hablar en lenguas
dice que los que hablaban glorificaban a Dios. He incluido este párrafo aquí
porque creo firmemente que debemos basar todas las enseñanzas en la Biblia y no
en lo que digan los hombres. Hablar en lenguas, como dije en el primer párrafo
de este capítulo, es la manifestación externa de la presencia y realidad
interna del don del espíritu santo
que proviene del Donador que es el
Espíritu Santo.
*Ver Capítulo XIV, p. 267, respuesta a la pregunta 8
**Jeremías 2:8: “…y los profetas profetizaron en
nombre de Baal, y anduvieron tras lo que no aprovecha”.
1 Reyes 18:19: “Envía, pues, ahora y congrégame a todo
Israel en el monte Carmelo, y los cuatrocientos cincuenta profetas de Baal, y
los cuatrocientos profetas de Asera, que comen de la mesa de Jezabel”.
Ezequiel 13:17: “Y tú, hijo de hombre, pon tu rostro
contra las hijas de su pueblo que profetizan de su propio corazón, y profetizan
contra ellas”.
Los
dones de Dios a través de la Biblia son recibidos por creencia, y todos son
operados por la acción directa de la voluntad humana. El Espíritu no es el que
habla. Nosotros hablamos, pero lo que
hablamos es lo que el Espíritu Santo escoge.
Si
nosotros somos los que hablamos podemos parar a voluntad y empezar a voluntad.
Tenemos control completo sobre el hablar en lenguas en todo momento al igual
que tenemos control sobre hablar con nuestro entendimiento. Cuando hablamos en
lenguas, sin embargo, no tenemos dominio alguno sobre el idioma que estamos
hablando.
Hechos
2:4:
Y
fueron todos llenos del Espíritu Santo [pneuma
hagion], y [ellos, no el espíritu] comenzaron a hablar en otras lenguas,
según el Espíritu [el pneuma] les
daba que hablasen.
Todos
fueron llenos y comenzaron hablar. ¿Quiénes empezaron a hablar? Ellos. ¿Fue el Espíritu Santo el que
habló? ¡No! Los que fueron llenos lo
hicieron. Si ellos hablaron, entonces ellos controlaron el hablar; pero lo que hablaron fue “según el Espíritu
les daba que hablasen”. El Espíritu Santo nunca
hace la acción de hablar. La Biblia claramente enseña que el hombre habla por su propia voluntad, pero lo que se habla
es dirigido sobrenaturalmente.
El
hablar en lenguas por parte de un creyente nacido de nuevo está absolutamente
basado en un acto de la voluntad humana. No hay nada sobrenatural acerca del
hecho de que el hombre pueda hablar en lenguas. La voluntad del hombre está
siempre en control, pero lo que hay de sobrenatural en toda operación es lo que él habla y no el hecho de que hable.
El
Espíritu Santo nunca posee al hombre
o lo obliga a hablar contra su voluntad. No hay ni un versículo en la Biblia
que enseñe que Dios toma posesión de la voluntad del hombre. El hombre puede
decir que Dios posee pero eso no lo hace cierto.
Si
el hombre no tuviera control sobre el hablar en lenguas, entonces Dios habría
violado una de Sus propias leyes – el libre albedrío del hombre – lo cual Dios
no puede hacer ni hará. Además, sería tonto que la Biblia tuviera enseñanzas
tan claras acerca de cuándo hablar y cuando no hablar en lenguas si los
creyentes fueran incapaces de llevar a cabo las instrucciones expuestas.
1
Corintios 14:14,15:
Porque
si yo oro en lengua desconocida, mi espíritu [pneuma] ora, pero mi entendimiento queda sin fruto.
¿Qué,
pues? Oraré con el espíritu [pneuma],
pero oraré también con el entendimiento; cantaré con el espíritu [el pneuma], pero cantaré también con el
entendimiento.
Noten
cuidadosamente que Pablo dice: “Porque si yo oro en lengua desconocida, mi
espíritu ora”. ¿Quién está orando? Pablo es el que ora, no el Espíritu Santo.
Pablo dice que él puede por su propia voluntad orar en lenguas. Él desea, por
su propia decisión, orar no sólo “con el espíritu”, que es orar en lenguas,
sino “con el entendimiento”, que es orar con los sentidos. Nosotros, por
nuestra propia voluntad, decidimos orar con el entendimiento y, del mismo modo,
nosotros, por nuestra propia voluntad, decidimos orar con el espíritu.
No
dejen nunca que nadie les vuelva a
decir que el Espíritu Santo es el que habla u ora. La Biblia enseña claramente
que nosotros por nuestra voluntad hablamos en lenguas. Esto echa por tierra las
ideas y pensamientos negativos y la enseñanza errónea de que no tenemos control
sobre el hablar en lenguas. Siempre
tenemos perfecto control de todo don espiritual de Dios. Cada habilidad
espiritual, don del verdadero Dios, es operada por nuestra decisión. Si alguna
vez pareciera que una manifestación espiritual está fuera de control, en realidad no sería la manifestación lo que
está fuera de control, sino el hombre que opera la manifestación es quien está
fuera de orden. Cuando esto ocurre no es una gloria para Dios ni es edificante
a los de la casa de la fe, sino que es un abuso de algo que estaba destinado
para el bien.
Todos
los dones son recibidos por creencia. Ya que es imposible hablar dos idiomas al
mismo tiempo, la actitud de creer, en el recibir en manifestación el espíritu
santo, es que el creyente recibirá,
lambanō, manifestará el poder desde lo alto y en ese mismo momento contará
con un movimiento sobrenatural de la habilidad espiritual dentro de él. Jesús
habló de esta experiencia del espíritu.
Juan
7: 38,39:
El
que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua
viva.
Esto
dijo del Espíritu [el pneuma] que
habían de recibir los que creyesen en él; pues aún no había venido el Espíritu
Santo [pneuma hagion], porque Jesús
no había sido aún glorificado.
El
próximo paso en creencia del hombre es levantar su voz y hablar con denuedo. El
espíritu no tiene órganos del habla. Por lo tanto, debemos mover nuestros
labios y hacer los sonidos y hablar las palabras, pero los sonidos y las
palabras que hablamos son asunto de Dios. Nosotros, por nuestra voluntad,
hablamos. Esta es nuestra creencia, nuestra acción. La acción de hablar es
asunto nuestro, pero lo que hablamos es la parte de Dios en
la manifestación.
Hablar en lenguas no es:
1. Habilidad lingüística. Es
una expresión inspirada de un idioma que puede ser o no ser entendido por gente
en algún sitio del mundo. (1Corintios13:1)
2. El don de idiomas
conocidos ni la comprensión de idiomas.
3. Vociferar, gritar ni
chapurrear ruidos horripilantes.
Hablar en lenguas es la habilidad espiritual dada por
Dios de hablar en otras lenguas a voluntad según el Espíritu da que hablen. Podemos empezar en cualquier momento; podemos parar
en cualquier momento. Por nuestra voluntad tenemos siempre control perfecto y
absoluto del hablar en lenguas.
Hablar en lenguas es para:
1. Nuestra vida de oración
privada, primero y sobre todo. Cuando es usado en la Iglesia, el hablar en
lenguas tiene que ser acompañado por
interpretación. (1 Corintios 14: 4,5)
2. Edificación de nuestro
espíritu, nuestra nueva creación en Cristo Jesús. (1 Corintios 14:4)
3. Comunicación con Dios en
“misterios” o “secretos divinos”. (1 Corintios 14:2)
4. Dar gracias bien. (1
Corintios 14:17)
5. Mantenernos alertas de que
somos hijos de Dios y coherederos con Cristo. (Romanos 8:16,17)
6. Ayudarnos a sobreponernos
a nuestra debilidad. (Romanos 8:26)
7. Ayudarnos a orar bien.
(Romanos 8:26)
8. Hacer intercesión con Dios
por nosotros como creyentes individuales. (Romanos 8:26.27)
9. Hacer intercesión con Dios
por los santos, los otros creyentes, la Iglesia. (Romanos 8:27)
10. Fortalecernos con Su
poder en el hombre interior. (Efesios 3:16)
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