Quinta Parte
Viviendo la Palabra
La estructura
general de este libro edifica paso a paso el conocimiento en cuanto a la
Iglesia nueva y dinámica, la Iglesia del Cuerpo. Después de establecer la
diferencia entre la Iglesia de la Esposa y la Iglesia del Cuerpo, estudiamos el
plan de Dios para nosotros como miembros del Cuerpo de Cristo.
Dios puso en
nosotros, Sus hijos, Su inversión de vida eterna y las manifestaciones del
espíritu santo. Recibimos todo este poder latente cuando confesamos que Jesús
era señor en nuestras vidas y creímos que Dios le había levantado de los
muertos. "La Base de poder de un cristiano" mostró cómo activar ese
poder latente y manifestar la presencia y el poder de Dios en el mundo de los
sentidos.
Luego de
entender la relación personal que Dios tiene con cada uno de Sus hijos en
particular, vimos en forma breve a Sus hijos actuando juntos como la Iglesia.
La iglesia dinámica del principio estableció ciertas pautas de organización y
comportamiento que podemos aplicar con los llamados de nuestros tiempos para
conseguir resultados eficaces para la Iglesia en el siglo veinte.
La culminación
de todo nuestro conocimiento de la Palabra de Dios llega con nuestro andar día
a día como cristianos maduros. Para andar en comunión con el poder que Dios nos
dio, tenemos que estudiar y conocer el mensaje que Dios tiene para Sus hijos en
esta Era de Gracia. La última parte de "Viviendo la Palabra" es un
estudio alumbrador de varios capítulos de algunas de las epístolas de Pablo.
Estos estudios, "El Supremo llamamiento", "El Gozo y la corona
del cristiano" y "La Respuesta", nos dan conocimiento,
exhortación, corrección y todas las cosas necesarias para vivir el estilo de
vida que Dios quiere que vivan Sus hijos quienes forman la Iglesia del Cuerpo,
la Iglesia nueva y dinámica.
Capítulo Catorce
El Supremo llamamiento
Un Estudio de
Filipenses 3
En el primer
versículo de Filipenses 3, dice Pablo por revelación: “Por lo demás hermanos,
gozaos en el Señor... Nosotros nos gozamos en el Señor; si nos gozamos en
cualquier otra cosa seremos desilusionados.
Filipenses
3:1:
Por
lo demás, hermanos, gozaos en el Señor. A mí no me es molesto [fastidioso] el
escribiros las mismas cosas, y para vosotros es seguro [da certidumbre,
refuerza].
¿Cuáles
"mismas cosas"? Las cosas que ya les había dicho por intermedio de su
colaborador Epafrodito.
Filipenses
3:2:
Guardaos
de los perros*, guardaos de los malos obreros [aquellos con malas intenciones],
guardaos de los mutiladores del cuerpo.
El término
"mutiladores del cuerpo" es
muy interesante en este caso en particular pues se refiere a la mutilación de
los cuerpos físicos. Cristo fue el fin de la ley, pero los creyentes apegados
al legalismo continuaron enseñando que el que creyera en Cristo tenía que ser
circuncidado para ser cristiano, así como se enseñan distintas cosas hoy en día,
tal vez sustituyendo otras prácticas legalistas.
Versículo
3:
Porque
nosotros somos la circuncisión, los que en espíritu servimos a Dios y nos
gloriamos en Cristo Jesús, no teniendo confianza en la carne.
Nosotros, los
que servimos a Dios en espíritu, somos la circuncisión. La traducción literal
de acuerdo con los textos críticos griegos y el texto arameo Peshitta es:
"Nosotros somos la circuncisión los que adoramos por medio del espíritu de
Dios" o "... los que adoramos a Dios por vía del espíritu".
"Los que
adoramos a Dios por medio del espíritu" no significa que adoramos por
medio de contribuciones al platillo de la colecta. Hay solamente una manera en
que podemos adorar, servir a Dios "en espíritu", y eso es por medio
de hablar en lenguas. Para adorar en el espíritu, una persona tiene que tener
espíritu; cualquier otro rito es parte del mundo de los sentidos. No podemos
adorar a Dios por medio de los sentidos pues El "no habita en templos
hechos por manos humanas".**
____________________________________________________
*“Perros” es la figura literaria hipocatastasis.
Su uso aquí significa “murmuradores”.
**Hechos 17:24 “El Dios que hizo el mundo y todas las
cosas que en él hay, siendo Señor del cielo y de la tierra, no habita en
templos hechos por manos humanas”.
Como lo
especifica enfáticamente Juan 4:24 “Dios es Espíritu; y los que le adoran, en
espíritu y en verdad es necesario que adoren". Adorarle en espíritu puede
ser solamente mediante el hablar en lenguas. Si la Palabra quiere decir lo que
dice y dice lo que quiere decir, entonces estas verdades son fabulosas. La
Palabra siempre nos hace gozar y regocijarnos.
La última parte
de Filipenses 3:3 dice: “y nos gloriamos en Cristo Jesús, no teniendo confianza
en la carne”. La "carne" se refiere al cuerpo y al alma. Los que
hemos renacido del Espíritu de Dios tenemos una tercera parte--espíritu. El
espíritu debe acaparar todo el interés en nuestro ser.
Nosotros somos
la circuncisión, los elegidos, los que adoran por medio del espíritu. Podemos
gloriarnos en Cristo Jesús porque hubo un momento en que experimentamos gozo en
Cristo Jesús. El gloriarse en Cristo Jesús es posible únicamente por medio de
la renovación de la mente y concentrarnos en los asuntos espirituales, confiar
en lo espiritual en vez de confiar o tener seguridad en la carne. No nos
dejamos guiar por lo que los sentidos promueven; permanecemos en la Palabra y
en la revelación del espíritu.
Versículo
4:
Aunque
yo tengo también de qué confiar en la carne. Si alguno piensa que tiene de qué
confiar en la carne, yo más:
Versículo
5:
circuncidado
al octavo día, del linaje de Israel, de la tribu de Benjamín, hebreo de
hebreos; en cuanto a la ley, fariseo;
Versículo
6:
en
cuanto a celo, perseguidor de la iglesia; en cuanto a la justicia que es en la
ley, irreprensible.
Versículo
7:
Pero
cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado [declarado] como pérdida
por amor de Cristo.
¿Qué cosas eran
ganancia personal para Pablo? El acaba de enumerar siete de ellas en los
versículos cinco y seis.
Versículo
8:
Y
ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del
conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y
lo tengo por basura, para ganar a Cristo.
Pablo estimaba
todo su entrenamiento académico previo, y sus antiguas posiciones sociales y
religiosas, como desperdicios en comparación con el “conocimiento de Cristo
Jesús, mi Señor... para ganar a Cristo”.
Versículo
9:
y
ser hallado en él, no teniendo mi propia justicia, que es por la ley, sino la
que es por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe.
Si la justicia
se lograra por los esfuerzos personales y el buen comportamiento de uno,
entonces una persona no podría gloriarse en Cristo. La gloria le pertenecería a
ella misma. Pero la justicia no se logra por medio de obras o guardando la ley.
La justicia es a través o por medio de la fe de Jesucristo para todos los que
creen en él.*
Versículo
10:
a
fin de conocerle, y el poder de su resurrección, y la participación de sus
padecimientos, llegando a ser semejante a él en su muerte.
"Conocer"
significa: "conocer mediante la experiencia espiritual personal" lo
cual es posible solamente para los que son justos. "A fin de conocerle por
experiencia como mi salvador y el poder inherente [el dunamis] de su
resurrección".
"Y la
participación" se refiere al bautismo en Cristo Jesús. Esto quiere decir
que fuimos sepultados con él, y levantados de entre los muertos, para ahora
andar plenamente en esta vida nueva. Legalmente, cuando él murió, nosotros
morimos con él; cuando él fue sepultado, nosotros fuimos sepultados con él;
cuando resucitó, resucitamos con él.** Al estar con él en "la
participación de sus padecimientos" fuimos hechos "semejantes a él
[como él fue] en su muerte".
“A fin de
conocerle [por experiencia como mi salvador] y el [inherente] poder [el dunamis]
de su resurrección, y la participación [de su muerte, su entierro, su
resurrección] de sus padecimientos, llegando a ser [por lo tanto, somos]
semejantes a él [como él fue] en su muerte".
Versículo
11:
Si
en alguna manera llegase [viniese] a la resurrección de entre los muertos.
La preposición
"a" es la palabra griega eis que se usa siempre con el caso
acusativo. En las matemáticas esta palabra eis, "a" del
versículo 11, es el movimiento hacia un objeto con la intención de alcanzar el
objeto. Ese es su uso literal: "Si en alguna manera viniese hacia el
objetivo con la intención de alcanzarlo".
La palabra
traducida "resurrección" es la palabra griega exanastasis que
significa "resurrección hacia afuera". Aquí Pablo no está interesado
en las resurrecciones de los justos y de los injustos de las que habla
Apocalipsis 20:5 y 13; él está interesado en una "resurrección hacia
afuera". 1 Tesalonicenses 4:16 y 17 hablan de esa "resurrección hacia
afuera": "... y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego
nosotros los que vivimos,
______________________________________________________
* Romanos 3:22: “La justicia de Dios por medio de la fe
en [de] Jesucristo, para todos los que creen en él. Porque no hay diferencia”.
**Colosenses 2:12 “sepultados con él en el bautismo, en
el cual fuisteis también resucitados con él, mediante la fe en el poder de Dios
que le levantó de los muertos”.
los que hayamos
quedado, seremos arrebatados..." Pablo no quería morir; él quería ser
cambiado por medio de la "resurrección hacia afuera". Esta
"resurrección hacia afuera" o exanastasis debería traducirse
literalmente "fuera de entre". "Si en alguna manera alcanzara
hacia la venida del señor".
Versículo
12:
No
que lo haya alcanzado ya [Pablo no había llegado aún a esa "resurrección
hacia afuera".], ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si
logro asir [alcanzar a] aquello para lo cual fui también asido [alcanzado] por
Cristo Jesús.
El fue designado
por Cristo Jesús para vivir esta vida, para llevar a cabo el ministerio, para
creer, para saber que fue crucificado con Jesús, para saber que se levantó con
él.
Versículo
13:
Hermanos,
yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando
ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante.
Pablo dice que
se está olvidando de sus antecedentes: hebreo de hebreos, su educación a los
pies de Gamaliel, y otras razones dignas de aclamación terrenal. Ahora Pablo se
está extendiendo a esas cosas que están delante. Si solamente hiciéramos esto--olvidarnos
del pasado nos beneficiaríamos.
Versículo
14: prosigo a la meta [la línea final], al premio del supremo llamamiento de
Dios en Cristo Jesús.
En una carrera,
o en una competencia de atletismo, la línea final determina quien es el
ganador. Pablo dice que proseguirá a la línea final que culminará en el premio
del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.
Versículo
15:
Así
que, todos los que somos perfectos, esto mismo sintamos; y si otra cosa sentís,
esto también os lo revelará Dios.
La palabra
"perfectos" significa "los iniciados", aquellos a quienes
se les ha llevado al conocimiento de los secretos profundos del gran misterio,
ese misterio que fue mantenido en secreto desde la fundación del mundo y que
fue hecho manifiesto por primera vez al Apóstol Pablo según lo dice Efesios
3:3. Aquí Pablo le está hablando a aquellos que conocen ese misterio, los
iniciados, aquellos que en su andar con el Señor han progresado más allá de ser
neófitos o cristianos carnales. “Así que, todos los que somos perfectos
[iniciados], esto mismo sintamos”--estemos resueltos a alcanzar la línea final.
"Y si otra cosa sentís"--si usted tiene cualquier otra meta--
"esto también os lo revelará Dios" por medio de un continuo estudio
exacto y el dividir correcto de la Palabra o por revelación.
Versículo
6:
Pero
en aquello a que hemos llegado, sigamos [todos] una misma regla, sintamos una
misma cosa [con las mismas mentes].
Versículo
17:
Hermanos,
sed imitadores de mí, y mirad a los que así se conducen según el ejemplo que
tenéis en nosotros.
Versículo
18:
Porque
por ahí andan muchos, de los cuales os dije muchas veces, y aun [de nuevo]
ahora lo digo llorando, que [los que así andan] son enemigos de la cruz de
Cristo.
Los hermanos en
Cristo deben ser ejemplos, no falsificaciones. La gente en el versículo 18
lucían sinceros y religiosos, sin embargo la Palabra dice que eran enemigos de
la cruz de Cristo porque no estaban andando según la Palabra revelada, con el
mismo sentir.
Versículo
19:
el
fin de los cuales será perdición, cuyo dios es el vientre, y cuya gloria es su
vergüenza; que sólo piensan en lo terrenal.
"El fin de
los cuales será perdición, cuyo dios es el vientre". La palabra
"vientre" es la figura literaria que se llama sinécdoque, y
significa que una parte o miembro representa el todo. Los enemigos de la cruz
se hacen dioses a sí mismos, "cuya gloria es su vergüenza; que sólo
piensan en lo terrenal". Las cosas terrenales son las cosas de la carne,
las cosas de los sentidos. Obedecen a las cosas de los sentidos, tienen
confianza en la carne en vez de en las cosas de la Palabra de Dios.
Versículo
20:
Mas
nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador,
al Señor Jesucristo.
¿Oramos para que
vuelva el señor? No, solamente esperamos al salvador; nosotros no podemos
influir en su retorno. El hombre no tuvo nada que ver con la primera venida de
Cristo pues la Biblia dice en Gálatas 4:4: “Pero cuando vino el cumplimiento
del tiempo, Dios envió a su Hijo [unigénito]...” De igual modo, cuando venga
nuevamente el cumplimiento del tiempo, Hechos 1:11 revela que “... Este mismo
Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto
ir...” Todo lo que hacemos es esperar
con grandes expectativas esta "resurrección hacia afuera".
"Esperamos al Salvador, al [quien es el] Señor Jesucristo".
¿Qué hay
entonces de la enseñanza de que hemos de edificar el reino de Dios sobre la
tierra, que hemos de traer la Utopía a este mundo? La Biblia dice que la tierra
se va a volver progresivamente peor. El Señor Jesucristo es el único que
rescatará al mundo de la confusión que el hombre ha hecho. Nosotros tenemos que
fijar toda nuestra atención en el Señor Jesucristo, esperándolo.
Versículo
21:
el
cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para que sea semejante
al cuerpo de la gloria suya, por el poder [la habilidad] con el cual puede
también sujetar a sí mismo todas las cosas.
Nuestros cuerpos
físicos llevan escritos en ellos la naturaleza de muerte; es por eso que
Filipenses 3:21 los llama de "humillación". Nuestros cuerpos
propensos a la muerte serán hechos "semejante al cuerpo de la gloria
suya". ¿Quién transformará nuestro cuerpo en uno "semejante al cuerpo
de la gloria suya"? El Señor Jesucristo lo hará "por el poder con el
cual puede también sujetar a sí mismo todas las cosas". Cuando tengamos un
cuerpo semejante al cuerpo de la gloria suya, entonces conoceremos como fuimos
conocidos. Mientras tanto, nos gloriamos y nos regocijamos en él porque tenemos
la certeza de su presencia y poder en nosotros.
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