lunes, 4 de agosto de 2014

LA IGLESIA NUEVA Y DINÁMICA Cap.14 de V.P.Wierwille

Quinta Parte
Viviendo la Palabra

La estructura general de este libro edifica paso a paso el conocimiento en cuanto a la Iglesia nueva y dinámica, la Iglesia del Cuerpo. Después de establecer la diferencia entre la Iglesia de la Esposa y la Iglesia del Cuerpo, estudiamos el plan de Dios para nosotros como miembros del Cuerpo de Cristo.

Dios puso en nosotros, Sus hijos, Su inversión de vida eterna y las manifestaciones del espíritu santo. Recibimos todo este poder latente cuando confesamos que Jesús era señor en nuestras vidas y creímos que Dios le había levantado de los muertos. "La Base de poder de un cristiano" mostró cómo activar ese poder latente y manifestar la presencia y el poder de Dios en el mundo de los sentidos.

Luego de entender la relación personal que Dios tiene con cada uno de Sus hijos en particular, vimos en forma breve a Sus hijos actuando juntos como la Iglesia. La iglesia dinámica del principio estableció ciertas pautas de organización y comportamiento que podemos aplicar con los llamados de nuestros tiempos para conseguir resultados eficaces para la Iglesia en el siglo veinte.

La culminación de todo nuestro conocimiento de la Palabra de Dios llega con nuestro andar día a día como cristianos maduros. Para andar en comunión con el poder que Dios nos dio, tenemos que estudiar y conocer el mensaje que Dios tiene para Sus hijos en esta Era de Gracia. La última parte de "Viviendo la Palabra" es un estudio alumbrador de varios capítulos de algunas de las epístolas de Pablo. Estos estudios, "El Supremo llamamiento", "El Gozo y la corona del cristiano" y "La Respuesta", nos dan conocimiento, exhortación, corrección y todas las cosas necesarias para vivir el estilo de vida que Dios quiere que vivan Sus hijos quienes forman la Iglesia del Cuerpo, la Iglesia nueva y dinámica.




Capítulo Catorce
El Supremo llamamiento


Un Estudio de Filipenses 3

En el primer versículo de Filipenses 3, dice Pablo por revelación: “Por lo demás hermanos, gozaos en el Señor... Nosotros nos gozamos en el Señor; si nos gozamos en cualquier otra cosa seremos desilusionados.

Filipenses 3:1:
Por lo demás, hermanos, gozaos en el Señor. A mí no me es molesto [fastidioso] el escribiros las mismas cosas, y para vosotros es seguro [da certidumbre, refuerza].

¿Cuáles "mismas cosas"? Las cosas que ya les había dicho por intermedio de su colaborador Epafrodito.

Filipenses 3:2:
Guardaos de los perros*, guardaos de los malos obreros [aquellos con malas intenciones], guardaos de los mutiladores  del cuerpo.

El término "mutiladores del cuerpo"  es muy interesante en este caso en particular pues se refiere a la mutilación de los cuerpos físicos. Cristo fue el fin de la ley, pero los creyentes apegados al legalismo continuaron enseñando que el que creyera en Cristo tenía que ser circuncidado para ser cristiano, así como se enseñan distintas cosas hoy en día, tal vez sustituyendo otras prácticas legalistas.

Versículo 3:
Porque nosotros somos la circuncisión, los que en espíritu servimos a Dios y nos gloriamos en Cristo Jesús, no teniendo confianza en la carne.

Nosotros, los que servimos a Dios en espíritu, somos la circuncisión. La traducción literal de acuerdo con los textos críticos griegos y el texto arameo Peshitta es: "Nosotros somos la circuncisión los que adoramos por medio del espíritu de Dios" o "... los que adoramos a Dios por vía del espíritu".

"Los que adoramos a Dios por medio del espíritu" no significa que adoramos por medio de contribuciones al platillo de la colecta. Hay solamente una manera en que podemos adorar, servir a Dios "en espíritu", y eso es por medio de hablar en lenguas. Para adorar en el espíritu, una persona tiene que tener espíritu; cualquier otro rito es parte del mundo de los sentidos. No podemos adorar a Dios por medio de los sentidos pues El "no habita en templos hechos por manos humanas".**
____________________________________________________
*“Perros” es la figura literaria hipocatastasis. Su uso aquí significa “murmuradores”.
**Hechos 17:24 “El Dios que hizo el mundo y todas las cosas que en él hay, siendo Señor del cielo y de la tierra, no habita en templos hechos por manos humanas”.


Como lo especifica enfáticamente Juan 4:24 “Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren". Adorarle en espíritu puede ser solamente mediante el hablar en lenguas. Si la Palabra quiere decir lo que dice y dice lo que quiere decir, entonces estas verdades son fabulosas. La Palabra siempre nos hace gozar y regocijarnos.

La última parte de Filipenses 3:3 dice: “y nos gloriamos en Cristo Jesús, no teniendo confianza en la carne”. La "carne" se refiere al cuerpo y al alma. Los que hemos renacido del Espíritu de Dios tenemos una tercera parte--espíritu. El espíritu debe acaparar todo el interés en nuestro ser.

Nosotros somos la circuncisión, los elegidos, los que adoran por medio del espíritu. Podemos gloriarnos en Cristo Jesús porque hubo un momento en que experimentamos gozo en Cristo Jesús. El gloriarse en Cristo Jesús es posible únicamente por medio de la renovación de la mente y concentrarnos en los asuntos espirituales, confiar en lo espiritual en vez de confiar o tener seguridad en la carne. No nos dejamos guiar por lo que los sentidos promueven; permanecemos en la Palabra y en la revelación del espíritu.

Versículo 4:
Aunque yo tengo también de qué confiar en la carne. Si alguno piensa que tiene de qué confiar en la carne, yo más:

Versículo 5:
circuncidado al octavo día, del linaje de Israel, de la tribu de Benjamín, hebreo de hebreos; en cuanto a la ley, fariseo;

Versículo 6:
en cuanto a celo, perseguidor de la iglesia; en cuanto a la justicia que es en la ley, irreprensible.

Versículo 7:
Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado [declarado] como pérdida por amor de Cristo.

¿Qué cosas eran ganancia personal para Pablo? El acaba de enumerar siete de ellas en los versículos cinco y seis.

Versículo 8:
Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo.

Pablo estimaba todo su entrenamiento académico previo, y sus antiguas posiciones sociales y religiosas, como desperdicios en comparación con el “conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor... para ganar a Cristo”.

Versículo 9:
y ser hallado en él, no teniendo mi propia justicia, que es por la ley, sino la que es por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe.

Si la justicia se lograra por los esfuerzos personales y el buen comportamiento de uno, entonces una persona no podría gloriarse en Cristo. La gloria le pertenecería a ella misma. Pero la justicia no se logra por medio de obras o guardando la ley. La justicia es a través o por medio de la fe de Jesucristo para todos los que creen en él.*

Versículo 10:
a fin de conocerle, y el poder de su resurrección, y la participación de sus padecimientos, llegando a ser semejante a él en su muerte.

"Conocer" significa: "conocer mediante la experiencia espiritual personal" lo cual es posible solamente para los que son justos. "A fin de conocerle por experiencia como mi salvador y el poder inherente [el dunamis] de su resurrección".

"Y la participación" se refiere al bautismo en Cristo Jesús. Esto quiere decir que fuimos sepultados con él, y levantados de entre los muertos, para ahora andar plenamente en esta vida nueva. Legalmente, cuando él murió, nosotros morimos con él; cuando él fue sepultado, nosotros fuimos sepultados con él; cuando resucitó, resucitamos con él.** Al estar con él en "la participación de sus padecimientos" fuimos hechos "semejantes a él [como él fue] en su muerte".

“A fin de conocerle [por experiencia como mi salvador] y el [inherente] poder [el dunamis] de su resurrección, y la participación [de su muerte, su entierro, su resurrección] de sus padecimientos, llegando a ser [por lo tanto, somos] semejantes a él [como él fue] en su muerte".

Versículo 11:
Si en alguna manera llegase [viniese] a la resurrección de entre los muertos.

La preposición "a" es la palabra griega eis que se usa siempre con el caso acusativo. En las matemáticas esta palabra eis, "a" del versículo 11, es el movimiento hacia un objeto con la intención de alcanzar el objeto. Ese es su uso literal: "Si en alguna manera viniese hacia el objetivo con la intención de alcanzarlo".

La palabra traducida "resurrección" es la palabra griega exanastasis que significa "resurrección hacia afuera". Aquí Pablo no está interesado en las resurrecciones de los justos y de los injustos de las que habla Apocalipsis 20:5 y 13; él está interesado en una "resurrección hacia afuera". 1 Tesalonicenses 4:16 y 17 hablan de esa "resurrección hacia afuera": "... y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos,
______________________________________________________
* Romanos 3:22: “La justicia de Dios por medio de la fe en [de] Jesucristo, para todos los que creen en él. Porque no hay diferencia”.
**Colosenses 2:12 “sepultados con él en el bautismo, en el cual fuisteis también resucitados con él, mediante la fe en el poder de Dios que le levantó de los muertos”.


los que hayamos quedado, seremos arrebatados..." Pablo no quería morir; él quería ser cambiado por medio de la "resurrección hacia afuera". Esta "resurrección hacia afuera" o exanastasis debería traducirse literalmente "fuera de entre". "Si en alguna manera alcanzara hacia la venida del señor".

Versículo 12:
No que lo haya alcanzado ya [Pablo no había llegado aún a esa "resurrección hacia afuera".], ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir [alcanzar a] aquello para lo cual fui también asido [alcanzado] por Cristo Jesús.

El fue designado por Cristo Jesús para vivir esta vida, para llevar a cabo el ministerio, para creer, para saber que fue crucificado con Jesús, para saber que se levantó con él.

Versículo 13:
Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante.

Pablo dice que se está olvidando de sus antecedentes: hebreo de hebreos, su educación a los pies de Gamaliel, y otras razones dignas de aclamación terrenal. Ahora Pablo se está extendiendo a esas cosas que están delante. Si solamente hiciéramos esto--olvidarnos del pasado nos beneficiaríamos.

Versículo 14: prosigo a la meta [la línea final], al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.

En una carrera, o en una competencia de atletismo, la línea final determina quien es el ganador. Pablo dice que proseguirá a la línea final que culminará en el premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.

Versículo 15:
Así que, todos los que somos perfectos, esto mismo sintamos; y si otra cosa sentís, esto también os lo revelará Dios.

La palabra "perfectos" significa "los iniciados", aquellos a quienes se les ha llevado al conocimiento de los secretos profundos del gran misterio, ese misterio que fue mantenido en secreto desde la fundación del mundo y que fue hecho manifiesto por primera vez al Apóstol Pablo según lo dice Efesios 3:3. Aquí Pablo le está hablando a aquellos que conocen ese misterio, los iniciados, aquellos que en su andar con el Señor han progresado más allá de ser neófitos o cristianos carnales. “Así que, todos los que somos perfectos [iniciados], esto mismo sintamos”--estemos resueltos a alcanzar la línea final. "Y si otra cosa sentís"--si usted tiene cualquier otra meta-- "esto también os lo revelará Dios" por medio de un continuo estudio exacto y el dividir correcto de la Palabra o por revelación.

Versículo 6:
Pero en aquello a que hemos llegado, sigamos [todos] una misma regla, sintamos una misma cosa [con las mismas mentes].

Versículo 17:
Hermanos, sed imitadores de mí, y mirad a los que así se conducen según el ejemplo que tenéis en nosotros.

Versículo 18:
Porque por ahí andan muchos, de los cuales os dije muchas veces, y aun [de nuevo] ahora lo digo llorando, que [los que así andan] son enemigos de la cruz de Cristo.

Los hermanos en Cristo deben ser ejemplos, no falsificaciones. La gente en el versículo 18 lucían sinceros y religiosos, sin embargo la Palabra dice que eran enemigos de la cruz de Cristo porque no estaban andando según la Palabra revelada, con el mismo sentir.

Versículo 19:
el fin de los cuales será perdición, cuyo dios es el vientre, y cuya gloria es su vergüenza; que sólo piensan en lo terrenal.

"El fin de los cuales será perdición, cuyo dios es el vientre". La palabra "vientre" es la figura literaria que se llama sinécdoque, y significa que una parte o miembro representa el todo. Los enemigos de la cruz se hacen dioses a sí mismos, "cuya gloria es su vergüenza; que sólo piensan en lo terrenal". Las cosas terrenales son las cosas de la carne, las cosas de los sentidos. Obedecen a las cosas de los sentidos, tienen confianza en la carne en vez de en las cosas de la Palabra de Dios.

Versículo 20:
Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo.

¿Oramos para que vuelva el señor? No, solamente esperamos al salvador; nosotros no podemos influir en su retorno. El hombre no tuvo nada que ver con la primera venida de Cristo pues la Biblia dice en Gálatas 4:4: “Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo [unigénito]...” De igual modo, cuando venga nuevamente el cumplimiento del tiempo, Hechos 1:11 revela que “... Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir...”  Todo lo que hacemos es esperar con grandes expectativas esta "resurrección hacia afuera". "Esperamos al Salvador, al [quien es el] Señor Jesucristo".

¿Qué hay entonces de la enseñanza de que hemos de edificar el reino de Dios sobre la tierra, que hemos de traer la Utopía a este mundo? La Biblia dice que la tierra se va a volver progresivamente peor. El Señor Jesucristo es el único que rescatará al mundo de la confusión que el hombre ha hecho. Nosotros tenemos que fijar toda nuestra atención en el Señor Jesucristo, esperándolo.

Versículo 21:
el cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya, por el poder [la habilidad] con el cual puede también sujetar a sí mismo todas las cosas.

Nuestros cuerpos físicos llevan escritos en ellos la naturaleza de muerte; es por eso que Filipenses 3:21 los llama de "humillación". Nuestros cuerpos propensos a la muerte serán hechos "semejante al cuerpo de la gloria suya". ¿Quién transformará nuestro cuerpo en uno "semejante al cuerpo de la gloria suya"? El Señor Jesucristo lo hará "por el poder con el cual puede también sujetar a sí mismo todas las cosas". Cuando tengamos un cuerpo semejante al cuerpo de la gloria suya, entonces conoceremos como fuimos conocidos. Mientras tanto, nos gloriamos y nos regocijamos en él porque tenemos la certeza de su presencia y poder en nosotros.



No hay comentarios:

Publicar un comentario