Capítulo cinco
La ley de la creencia
Sé que la vida abundante está disponible hoy día para aquellos que entienden y aplican la ley de la creencia.
En lo que concierne a este asunto, quiero llamar su atención a Marcos 9. Esta es una historia bastante larga; pero si voy a enseñarle la ley de la creencia, usted tiene que poner la verdad de este pasaje en su corazón y su vida.
Marcos 9:14-27
Cuando llegó a donde estaban los discípulos,
vio una gran multitud alrededor de ellos,
y escribas que disputaban con ellos.
Y en seguida toda la gente, viéndole, se asombró,
y corriendo a él, le saludaron.
El les preguntó: ¿Qué disputáis con ellos?
Y respondiendo uno de la multitud, dijo:
Maestro, traje a ti mi hijo, que tiene un espíritu mudo,
el cual, dondequiera que le toma, le sacude;
y echa espumarajos, y cruje los dientes, y se va secando;
y dije a tus discípulos que lo echasen fuera, y no pudieron.
Y respondiendo él, les dijo: !Oh generación incrédula!
¿Hasta cuándo he de estar con vosotros?
¿Hasta cuándo os he de soportar? Traédmelo.
Y se lo trajeron; y cuando el espíritu vio a Jesús,
sacudió con violencia al muchacho, quien cayendo en tierra
se revolcaba, echando espumarajos.
Jesús preguntó al padre: ¿Cuánto tiempo hace que le sucede esto?
Y él dijo: Desde niño.
Y muchas veces le echa en el fuego y en el agua,
para matarle; pero si puedes hacer algo, ten misericordia
de nosotros, y ayúdanos.
Jesús le dijo: Si puedes creer, al que cree todo le es posible.
E inmediatamente el padre del muchacho
clamó y dijo: Creo; ayuda mi incredulidad.
Y cuando Jesús vio que la multitud se agolpaba,
reprendió al espíritu inmundo, diciéndole:
Espíritu mudo y sordo, yo te mando, sal de él, y no entres más en él.
Entonces el espíritu, clamando y sacudiéndole con violencia,
salió; y él quedó como muerto, de modo que muchos decían:
Está muerto. Pero Jesús, tomándole de la mano,
le enderezó; y se levantó.
El hombre trajo a su hijo para obtener sanidad. El le informó a Jesús que sus discípulos no podían remediar la situación. Los discípulos deben haberse sentido estúpidos pues ésta era una demostración pública y nadie en privado, mucho menos en público, quiere parecer un tonto. Estos eran los mismos discípulos que habían tenido antes gran victoria y éxito en sanar a los enfermos. Ahora habían llegado a un callejón sin salida. ¿Qué lo obstaculizó?
Jesús percibió el problema inmediatamente cuando el padre dijo: “si puedes hacer algo, ten misericordia de nosotros, y ayúdanos”. Jesús tomó ese “si” que el padre había dirigido primero a los discípulos y luego a Jesús, y lo devolvió al padre, donde debía estar. “Jesús le dijo: si puedes creer, al que cree todo le es posible”. A mucha gente le gusta echarle la culpa de su incredulidad e inhabilidad para recibir a cualquier otro. Los discípulos eran las víctimas de la inculpación en esta situación. Los discípulos estaban atrapados en la trampa de este hombre, pero Jesús no. A mucha gente le gustaría que otros creyeran por ellos; sencillamente no quieren aprender a creer por sí mismos. Muchas veces la gente sencillamente no sabe cómo creer. Jesús entendió la situación claramente y le dijo al padre del muchacho “Si puedes creer. Yo sé que mis discípulos creen, y el hecho de que ellos no pudieran eliminar la causa no es su culpa. Podrían creer hasta el día del juicio final por tu hijo sin ningún resultado; pero si tú puedes creer, entonces algo sucederá”.
Dondequiera que fuera posible, Jesús siempre exigió creencia. Cuando estudiamos los milagros de sanidad, encontramos que Jesús exigía la creencia de los padres para la sanidad de los niños. Por ejemplo, en Mateo 15:22 vemos que la mujer cananea tenía gran creencia para la sanidad de su hija que estaba atormentada por un demonio.
En el caso de personas dementes, que son mentalmente incapaces, no era exigida la creencia. Los siguientes son ejemplos de tales casos: Marcos 1:23 y sigs. y Lucas 4:33 y sigs.; Mateo 8:16 y sigs.; Marcos 1:32 y sigs.; Lucas 4:41.; Mateo 8:28 y sigs.; Lucas 8:26 y sigs.; Marcos 5:1 y sigs.; Mateo 9:32; y Hechos 16:16.
En el caso de levantar a un muerto, como está indicado en Marcos 5:35 y sigs, y Lucas 8:49 y sigs, leemos que Jesús le dijo al padre del niño muerto: “No temas, cree solamente”. Cuando Jesús levanto a Lázaro de entre los muertos, el pasaje no dice que nadie haya creído excepto Jesús. En Hechos 9:36 y sigs, donde Pedro levantó a Dorcas de entre los muertos, él sacó a todo el mundo del cuarto y luego oró y le mandó que se levantase.
En todo pasaje bíblico la creencia es siempre exigida de parte de todo el que tiene necesidad, con las excepciones arriba mencionadas: ciertos tipos de desórdenes mentales, gente muerta y niños.
Hay poder en la creencia. En este mundo hay poder al cual usted y yo como creyentes renacidos tenemos fácil acceso. Este poder nos capacitará para sobreponernos a nuestros defectos y a nuestras dificultades, trayendo liberación victoria a nuestras vidas. Este poder proviene de Dios. El está presente en todas partes, lo que quiere decir que El está con usted ahora mismo. La clave envuelta es conocer y recibir Su poder, que es sobre lo que basa toda la vida abundante. La ley de la creencia trae resultados fenomenales para todos aquellos que aplican y practican los principios.
Usted puede creer correctamente o erróneamente. La creencia trabaja de ambas formas, y usted se trae sobre sí mismo todo lo que cree. Mateo 9 y Job 3 muestran los tipos de creencia y sus resultados.
Mateo 9:20-22
Y he aquí una mujer enferma de flujo de sangre desde hacía doce años,
se le acercó por detrás y tocó el borde de su manto;
porque decía dentro de sí: Si tocare solamente su manto, seré salva.
Pero Jesús, volviéndose y mirándola, dijo:
Ten ánimo, hija; tu fe te ha salvado.
Y la mujer fue salva desde aquella hora.
Job 3:25
Porque el temor que me espantaba me ha venido,
Y me ha acontecido lo que yo temía.
El miedo, la preocupación y la ansiedad son tipos de creencia. Si usted se preocupa, tiene miedo y está ansioso, recibirá el fruto de su creencia negativa que es la derrota.
La ley de la creencia es igualmente efectiva tanto para el pecador como para el santo; sin embargo, el creyente, debido al espíritu proveniente de Dios dentro de él, puede producir más abundantemente. Si usted duda su recuperación de la enfermedad, seguramente reducirá y retardará su propio progreso. ¡La creencia correcta es saber constantemente que el poder y la presencia de Dios están en usted y con usted en toda situación! Como usted piense del problema con el cual está confrontado en este mismo momento determinará el resultado. Si duda su éxito, usted ha determinado, por su propia creencia, su resultado sin éxito. Aplique el método positivo de la ley de la creencia a cada situación en la vida, a cada problema que le salga al paso, pues “…si puedes creer, al que cree todo le es posible”.
Decir una oración formal nunca lo libertará ni traerá resultados positivos a su vida. Usted no puede esperar, pensar o adivinar en este juego de la vida. Usted simplemente cree que Dios está en usted y que El está siempre con usted, aun hasta el fin de esta época.
1 Juan 4:4
…mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo.
La maldad del mundo nunca puede obligarle a usted a hacer un mal o algo impropio a menos que usted lo permita a través de su propia debilidad de carácter o falta de creencia.
Una vez que comience a practicar la ley de la creencia —creencia correcta, creyendo a Dios— encontrará que las cosas malas que han estado gobernando su vida pronto se desvanecerán. Dios siempre es el vencedor sobre el mal; pero depende de usted creerle a Dios y hacer de Su voluntad la suya propia.
En todas las Epístolas del Nuevo Testamento, nunca encontrará que los creyentes cristianos sean instados a tener fe: ellos ya tiene fe como creyentes, y son animados a creer a Dios y expresar lo que ellos ya tienen.
Romanos 12:3
…conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno.
La palabra “creer” es un verbo que connota acción. Por lo tanto, creer la Palabra de Dios, tomar la Palabra de Dios literalmente y actuar según ella, trae resultados. Esta es la ley de la creencia y ésta es la acción que traerá liberación y victoria a su vida en toda situación.“Si puedes creer, al que cree todo le es posible [disponible actualmente]”.
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