viernes, 27 de junio de 2014

LA BIBLIA ME LO DICE Cap.4 V.P. Wierwille

Segunda Parte

LO QUE CREEMOS
ES IGUAL
A LO QUE SOMOS


Segunda Parte
LO QUE CREEMOS= LO QUE SOMOS

       
La ley de la creencia es dinámicamente poderosa, y sin embargo tan simple. La ley es, en pocas palabras, que lo que creemos o esperamos es lo que obtenemos. Esto se aplica en todos los campos: físico, mental, material, espiritual. Por lo tanto, es esta ley la que básicamente controla la vida abundante. Sólo si creemos y esperamos abundancia realizaremos abundancia en nuestras vidas.
       
“La vida sincronizada” muestra que nuestras vidas son moldeadas por nuestra creencia--tanto por creencia positiva como negativa. Esta ley es explicada y probada aun más en “La ley de la creencia” para que lleguemos a darnos cuenta de nuestro propio pensamiento y luego ser capaces de controlarlo para manifestar la vida abundante que se promete en la Palabra de Dios.



 CAPÍTULO CUATRO
La vida sincronizada
       
Cualquier cosa que una persona cree se refleja directamente en lo que confiesa.  Lo que una persona confiesa en lo más profundo de su ser es lo que manifiesta en su vida. Si una persona pasa por la vida confesando que tiene gran necesidad, definitivamente tendrá gran necesidad. Si confiesa enfermedad, continuará estando enfermo y afligido debido a la ley de lo que uno cree en lo profundo de su alma con toda seguridad aparece en su vida.
      
La “vida sincronizada” se enuncia sencillamente en esta fórmula: confesión de creencia produce recibo de confesión. Si confiesa con su boca al mismo tiempo que confiesa en su corazón lo que la Palabra dice, usted tendrá poder. Sus oraciones serán respondidas según aplique estas claves en su vida por medio de su acción. De este modo, los recursos abundantes del cielo le son hechos disponibles. Pero, asimismo, si usted simultáneamente confiesa con su boca y con su corazón los negativos de este mundo, manifestará estos negativos que lo lisiarán.
      
Si usted confiesa a Cristo como el señor en su vida, su confesión es una realidad para usted. En su corazón usted sabe que él es señor porque usted creyó que Dios lo ha levantado de los muertos. Cuando usted confiesa que es una nueva criatura en Cristo, las cosas viejas pasan y todas son hechas nuevas de acuerdo con su confesión. Si usted confiesa que es un hijo de Dios y la Biblia dice que es un hijo, entonces usted es un hijo de Dios. Si su confesión es que usted es un heredero del Padre, entonces todo lo que el Padre tiene llega a ser suyo porque está confesando exactamente lo que la Palabra dice.
      
La Palabra declara que el Diablo fue derrotado y está derrotado. Estipula que él no tiene derecho legal alguno sobre el cristiano.  Si Satanás no tiene poder alguno sobre el cristiano, ¿por qué quiere confesar que él tiene poder sobre usted? Cada vez que usted hace una confesión negativa está contradiciendo la Palabra de Dios. Si el poder del Diablo está derrotado, y ciertamente lo está, entonces su poder no puede tocarle cuando usted cree la Palabra.  Pero, usted tiene que confesar que conoce el poder de Dios en su vida.  Tiene que confesar lo que Dios dice en su Palabra y luego la Palabra llega a ser una realidad en su vida. Cuando quiera  que usted se atreva a confesar que usted es lo que la Palabra dice que usted es, y actúe según lo que la Palabra enseña, encontrará que sus oraciones son respondidas.
      
Mientras yo no pueda coordinar mi boca y mi corazón en algún punto confirmado por la Palabra, no tengo poder alguno con Dios. Cuando confieso que Dios no responde a mi oración, que no le caigo bien, que tengo una enfermedad porque Dios me la dio, o que estoy atado por algún mal porque es la voluntad de Dios para mí que sea disciplinado así en la vida, o que tengo que sufrir para la gloria de Dios--entonces no estoy diciendo lo que la Palabra dice y evidenciaré en mi vida el resultado de mi confesión.
      
Salmos 18 contiene un bello símil que ilustra cómo coordinar nuestras mentes y nuestras acciones.

Salmos 18:33
Quien hace mis pies como de ciervas,
Y me hace estar firme sobre mis alturas.
    
Una cierva es uno de los animales más seguros sobre sus patas en el mundo. Cuando ella sube por el costado de una montaña con sus pequeños siguiéndola, toma sus patas traseras y las coloca exactamente en donde sus patas delanteras estuvieron primero para probar si hay piedras sueltas en la cuesta. Si no  probara ese declive rocoso con sus patas delanteras, las piedras sueltas le causarían un resbalón y caería en el barranco. De este seguir exacto depende la vida tanto de la cierva como de sus pequeños.
     
“Quien hace mis pies como de cierva”.  El los hace. Esto es, El lo hace para que yo pueda aprender a andar por la Palabra de modo que mis “pies traseros” sigan a mis “pies delanteros (representando la Palabra)”. Así pues, donde la Palabra haya colocado sus pies, allí también pondré yo mis pies.
      
Si usted se mantiene firme sobre la palabra de Dios y confiesa esa Palabra usted llega a ser lo que la Palabra de Dios dice. Esto es la vida sincronizada.
        
Romanos nos dice cuán queridos y cuán poderosos son los hijos de Dios.

Romanos 8:35-37
¿Quién nos separará del amor de Cristo?
¿Tribulación, o angustia, o persecución,
o hambre, o desnudez, o peligro, o espada?
Como está escrito:
Por causa de ti somos muertos todo el tiempo;
Somos contados como ovejas de matadero.
Antes, en todas estas cosas
somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.
          
No es sólo cuestión de que yo lo diga; Dios lo dijo. ¿Cree la Palabra de Dios? El dijo que usted es más que vencedor por medio de aquel que nos amó

Romanos 8:38-39
Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte,
ni la vida, ni ángeles, ni principados,
ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir,
ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada
nos podrá separar del amor de Dios,
que es en Cristo Jesús Señor nuestro.

Esta es la Palabra de Dios declarada, confirmada. Cuando usted comienza a confesar esa Palabra, ésta llega a ser una realidad en su vida. Hasta ese momento usted será derrotado en todo aspecto por potestades y principados satánicos a causa de su confesión. Conozca la Palabra, confiese la Palabra y actúe según la Palabra. Eso es lo que se quiere decir por una vida sincronizada.
       
Determine ahora que usted nunca más volverá a hacer una confesión negativa.  Aprenda qué y cómo confesar. Confiese del corazón, con su boca, lo que ha sido confirmado por la Palabra. Confiese lo que la Biblia dice que usted es, no lo que usted piensa que es, no lo que su vecino dice que usted es, no lo que su mejor amigo pueda decir que usted es. Retenga lo que la Palabra dice.
       
Nosotros hemos sido rescatado de la potestad de las tinieblas: Satanás, la maldad y la injusticia.

Colosenses 1:13
el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas,
y trasladado al reino de su amado Hijo.

La traducción literal de acuerdo al uso es: “el cual nos ha rescatado fuera de en medio del ejercicio o influencia operativa de las tinieblas (reino) y nos ha separado, trayéndonos como ciudadano a Su reino por medio de la obra de su amado Hijo”.
           
La próxima vez que la maldad o los negativos vengan a su mente, declare inmediatamente la Palabra y diga: “Yo confieso que he sido rescatado del poder de las tinieblas por mi señor y salvador Jesucristo”.  Continúe diciendo esto y pronto será una realidad en su vida. Si usted ha sido trasladado al Reino de Dios por medio de la obra de Su amado hijo, entonces no está en el reino del diablo. ¿Piensa usted que puede estar en el Reino de Dios y en el del Diablo al mismo tiempo?  El nos ha rescatado del poder del mal y estamos en el Reino de Dios.
         
Las personas piensan que tiene que luchar para llegar a ser buenas antes de que Dios los bendiga. Yo les aseguro que Dios nunca lo bendecirá debido a lo bueno que usted sea, sino más bien a causa de la creencia que usted tenga. ¿Cómo se deshace  usted de la oscuridad en un cuarto? La oscuridad desaparece tan pronto la luz entra. Así que cuando permitimos que la luz de la Palabra entre en nuestras vidas, la oscuridad se desvanece. No hay nada en la Palabra que diga algo sobre nuestros sentimientos, ella dice crea. Todo lo que Dios ha dado viene a usted por creencia sin respetar cuán bueno o cuán malo sea usted. Eso es amor. Eso es lo que Cristo vino a traer.
         
A medida que actuemos según las promesas de Dios, éstas llegan a ser reales para nosotros y son evidenciadas en nuestras vidas. Sincronice su creencia y su confesión según las promesas de la Palabra de Dios y manifestará una vida más que abundante en Cristo Jesús.



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